El olor a humo se apodera del olfato nada más cruzar las puertas del edificio número 5 de la calle San Juan de Dios de El Polvorín. En el interior, el hollín tiñe muchas de las paredes y puertas que los vecinos limpian en un afán por volver a la normalidad después del enorme susto que se llevaron ayer. Y es que a primera hora de la tarde las llamas se apoderaron de este bloque en el que residen decenas de personas, muchas de las cuales quedaron atrapadas en sus casas hasta que los bomberos sofocaron el incendio que en el vecindario están convencidos que fue provocado.

Fue sobre las cuatro de la tarde cuando Carolina Domínguez y su marido se encontraban viendo la televisión cuando oyeron "como tres martillazos" que les hicieron asomarse al rellano para ver qué pasaba. En ese momento salía del 1ºN su inquilino, quien compartía la vivienda con una mujer con la que todos aseguran que protagonizaba a menudo fuertes peleas. "Estaban siempre discutiendo, ella era la que le pegaba a él y esta vez el hombre le dijo que cuando regresara a la casa no quería verla allí", cuenta. Lo siguiente que Domínguez vio fue a la supuesta autora del fuego abandonar el piso dejando la puerta abierta a sus espaldas. "Poco después empezó todo".

La hipótesis que barajan en el bloque es que esta señora, "a la que recogió de Las Canteras por pena" su vecino, originó el incendio como venganza después de que la echara de la casa en la que él residía en régimen de alquiler social desde hacía años. No obstante, la Policía Nacional ha abierto una investigación para esclarecer las causas del suceso que sembró el pánico en el edificio donde, a partir de la tercera planta, los residentes quedaron atrapados en sus casas sin poder salir por las fuertes llamas y el humo. Este es el caso de la vecina del 3ºK que prefiere mantener el anonimato y a quien fue la hija de su yerno la que las despertó por el olor a quemado que impregnaba el ambiente. "Cuando abrí la puerta esto era una nube negra", recuerda con el susto aún en el cuerpo ya que asevera que pensaba que iban "a morir quemadas".

De ahí que llamasen a los bomberos quienes les dieron pautas para abordar la situación en lo que ellos llegaban. "Nos dijeron que pusiéramos toallas mojadas en las puertas y que nos echásemos al suelo para no respirar el humo que entrase", relata. Así fue como aguantaron hasta que los dispositivos de seguridad controlaron el fuego que, según fuentes de los bomberos, se originó en el salón.

Las fuertes llamas, que salían tanto por la puerta como por la ventana que daba para la calle, cuyo muro también está negro, dificultaron la entrada en la vivienda donde no quedó rastro del salón ni del pasillo principal. La cantidad de cosas que había dentro también contribuyó a avivar el fuego. Y es que Carolina Domínguez afirma que la mujer que vivía en esa casa acumulaba películas VHS. "Por eso a mí me afectó más, porque soy asmática estaba inhalando humo de plástico quemado", explica quien justo reside encima del foco del fuego y que tuvo que ser llevada al hospital por falta de oxígeno en la sangre.

Por suerte, no hubo que lamentar ninguna muerte y tan solo se produjeron daños materiales, sobre todo, en el edificio. "Nosotros esperamos que el Ayuntamiento, que no se ha pasado por aquí, nos ayude a limpiar y a pintar estas paredes porque el piso era de su propiedad", comenta otra vecina sin soltar la fregona con la que frota las paredes.