Quedaban pocos minutos para las dos de la madrugada del domingo. En la cafetería Cofee Rhil, situada en el número 47 de la calle Don Pedro Infinito del barrio capitalino de Schamann, seis clientes y los dos propietarios apuraban los últimos minutos del negocio abierto. Fue entonces cuando dos hombres encapuchados entraron, les encañonaron con un arma de fuego, robaron 1.400 euros y varios móviles, y huyeron a toda velocidad mientras la Policía Local les perseguía. Los agentes consiguieron detenerlos tras arrollar un vehículo patrulla en la Avenida Marítima y herir a dos policías. El juez los envió ayer a prisión por delitos de robo con violencia, atentado, lesiones, daños y conducción temeraria.

Uno de los testigos narra cómo sucedieron los hechos. "Entraron con las caras tapadas diciéndonos que era un atraco y que si nos portábamos bien no iba a pasar nada", cuenta. En sus manos llevaban al menos una pistola, con la que encañonaron a uno de los dueños. "Le dijeron que los llevara hasta la máquina del cambio y que le diera la llave" para llevarse todo lo que había en el interior.

Antes, todas las personas que se encontraban en el local se tiraron al suelo mientras los ladrones, identificados como A. R. M, de 31 años; A. A. H., de 29; y O. A. G. del R., de 45, el primero vecino del barrio capitalino de Cinco Continentes y los otros dos residentes en la localidad teldense del Valle de Jinámar; manipulaban la caja registradora y el datáfono. "Nos pidieron los móviles y las carteras", recuerda esta persona, quien añade que pasaron miedo durante el atraco. "Querían también la recaudación de la máquina de tabaco, pero uno de ellos dijo que ya era suficiente" y abandonaron la cafetería.

Fuera, sentado en un coche Toyota Auris propiedad de un familiar de uno de asaltantes, les esperaba una tercera persona. Se introdujeron en el turismo y comenzaron la rápida huida en sentido contrario. Testigos que se encontraban en la calle vieron lo ocurrido y avisaron a la Policía Local, que de inmediato montó un operativo de seguimiento para tratar de detener a los autores.

Al mismo tiempo, un vehículo patrulla que se encontraba por Schamann dio la alerta al ver a un vehículo circulando a alta velocidad por la calle Zaragoza. Estos requirieron a sus ocupantes que detuvieran la marcha, pero el conductor hizo caso omiso. Se introdujo en Obispo Romo, después se incorporó al Barranquillo Don Zoilo, siguió por la avenida Juan XXIII hasta que cogió la Avenida Marítima en sentido sur. En todo el recorrido se saltó varios semáforos en rojo e incluso llegó a circular en sentido contrario en algunos tramos.

El resto de unidades de la Unidad Nocturna Especial de la Policía Local fueron activadas. En un momento, el Toyota Auris en el que iban los ladrones aumentó la velocidad al observar que los agentes habían montado un dispositivo a la altura del Hospital Insular que les cerraban el paso. Estos no dudaron en embestir el coche patrulla. Antes, habían colisionado contra otros tres turismos que circulaban por la misma vía.

Los agentes consiguieron salir del vehículo pese a que habían resultado heridos por el impacto. Así, procedieron a detener a los tres asaltantes con las medidas de precaución correspondientes ante la posibilidad de que se encontraran armados. Fue entonces cuando aparecieron numerosos agentes y procedieron entre todos a reducirlos.

Dos de los policías resultaron heridos de diversa consideración e incluso uno de ellos tuvo que recibir varios puntos de sutura en la cabeza por una brecha tras ser arrollados. En el interior del coche utilizado para la huida los agentes hallaron una pistola simulada Power Win 304, así como un puño americano, un martillo y un cuchillo con una hoja de 20 centímetros. Además, intervinieron unos 1.400 euros en efectivo y varios móviles de las personas que se encontraban en la cafetería en el momento del robo, entre ellos uno de la marca iPhone y modelo XS Max cuyo precio en el mercado supera los 1.200 euros.

Los tres arrestados, que cuentan con varios antecedentes policiales, fueron puestos ayer a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de Las Palmas de Gran Canaria, quien decretó el ingreso en prisión comunicada y sin fianza por la presunta comisión de los delitos de robo con violencia, atentado, lesiones, daños y conducción temeraria. Asimismo, el juez en funciones de guardia se inhibió en el conocimiento de la causa favor de Juzgado de Instrucción número 2, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Canarias.