La Guardia Civil investiga a 23 personas por la celebración clandestina de peleas de gallos después de una intervención llevada a cabo en un antiguo establecimiento hostelero de Montijo (Badajoz), donde unas 60 personas presenciaban y apostaban por los animales que combatían en el "reñidero".

Gracias a esta operación se intervinieron 64 gallos de pelea, con numerosas heridas y amputaciones, valorados en unos 190.000 euros y propiedad de algunos de los asistentes, según ha informado este martes la Guardia Civil.

Los gallos fueron trasladados a la perrera de Badajoz, donde una asociación se hizo cargo de ellos para su posterior adopción.

La denominada Operación Zaragallo se inició después de que se conociera que varios propietarios de gallos de pelea se reunían en un antiguo establecimiento hostelero de una finca de Montijo para realizar combates y apuestas clandestinas.

En uno de los dispositivos de vigilancia, el pasado día 7, la Guardia Civil detectó la presencia de numerosas personas, algunas de ellas supuestos criadores y propietarios de gallos de pelea, que podrían estar organizando "combates" en ese momento.

Los agentes procedieron a la entrada, inspección y registro del local, encontrando a unas 60 personas en su interior, algunas menores de edad, que presenciaban las peleas.

En ese momento los agentes procedieron a la identificación de 23 personas como responsables de estos hechos y no meros espectadores.

Durante la inspección y registro del local se hallaron jaulas y transportines con 64 gallos, algunos de ellos con heridas y amputaciones, síntomas "evidentes" de su participación en estas peleas.

Todos los animales fueron intervenidos por los agentes y asistidos de las heridas por un veterinario, aunque no se pudo salvar la vida a cinco de ellos, y trasladados después a una asociación especializada en la recuperación de estas aves.

También se intervinieron unos 2.000 euros de las apuestas que los asistentes realizaban, documentación que confirmaba estas prácticas, medicamentos para la cura de las aves y otros útiles para manipular sus espolones.

En la operación se extendieron más de un centenar de actas por diferentes infracciones administrativas, tales como apuestas ilegales, portar armas blancas, contrabando de tabaco y tenencia de sustancias estupefacientes.

Por los hechos constitutivos de un delito de maltrato animal, en algunos casos con el resultado de muerte, los ahora investigados se enfrentan a penas de prisión de hasta 18 meses.

Las 23 personas pasarán a disposición judicial por estos hechos, tres de ellos por pertenencia a un grupo criminal que se dedicaba a organizar estas peleas.

Los juzgados de Instrucción de Montijo y la Fiscalía de Medio Ambiente de Mérida investigan estos hechos.