Sidney C., la soldado británica de 19 años presa desde el lunes por la noche en Palma por cortar el cuello con un vaso de cristal a su amiga y compañera , una cabo del Ejército, tras una pelea en una discoteca de Magaluf (Mallorca) ese mismo día de madrugada, quedó libre el miércoles por la tarde por orden judicial. El magistrado modificó su situación personal y acordó que saliera en libertad sin ninguna medida cautelar, después de que, horas antes, por la mañana la víctima, de 22 años, no quisiera declarar ni denunciar a la sospechosa, ambas militares y muy buenas amigas .

Una comisión judicial se desplazó el miércoles por la mañana al hospital de Son Espases para tomar declaración a la perjudicada, una cabo de la Armada británica, que estaba allí ingresada y que se encuentra fuera de peligro. La paciente indicó que no quería hacer ningún tipo de manifestación sobre lo ocurrido y que tampoco quería denunciar a Sidney C. De hecho, la joven se mostró preocupada por su amiga e incluso se interesó por su situación. Por tanto, no quiso ejercer ninguna acción penal contra ella. Según apuntaron fuentes cercanas al caso, la cabo tiene previsto hablar e informar a sus superiores del Ejército, que ya han viajado a Mallorca.

La víctima tuvo que ser operada de urgencia y su estado era crítico el pasado lunes de madrugada. El corte en el cuello que sufrió le provocó una gran hemorragia y estuvo a punto de morir por la pérdida masiva de sangre. El martes su estado de salud mejoró, pasó a planta y el jueves podría recibir el alta hospitalaria.

Por su parte, el juez de guardia de Palma ordenó el lunes por la tarde el ingreso en prisión provisional sin fianza de Sidney C. por un delito de lesiones con instrumento peligroso al apreciar riesgo de fuga, falta de arraigo en España y para evitar que pudiera actuar contra bienes jurídicos de la perjudicada. Dos días después y ante la postura de la víctima, que no quiso denunciar a la presunta agresora, el magistrado modificó su situación y dejó libre a la sospechosa, con la obligación de estar a disposición el juzgado cuando se la reclame. El juez tomó esta decisión el miércoles al tener en cuenta que la perjudicada no quiso presentar cargos ni reclamar contra la investigada.

La joven sospechosa, actualmente destinada en Escocia y que lleva enrolada en la Armada desde septiembre de 2016, alegó desde un principio que fue un accidente y que no quería hacer daño a la cabo, ya que es su mejor amiga. La acusada, defendida por el abogado Miquel Àngel Ordinas, negó haberle arrojado un vaso adrede contra ella.

Los hechos ocurrieron sobre la una de la madrugada del lunes en el interior de la discoteca Bananas, en Magaluf . Tres jóvenes amigas británicas que se alojaban en la misma habitación de hotel estaban de fiesta y habían consumido mucho alcohol. Según la acusada, discutió con la víctima porque esta intermedió para que hiciera las paces con la otra amiga ya que ambas no se hablaban. Este fue el motivo de la disputa que derivó en una pelea.

Así, la perjudicada le pegó a ella un puñetazo en la nariz y la sospechosa respondió tirándole del cabello y luego arrojó un vaso al suelo. Según su versión, el recipiente se rompió y saltaron trozos de cristal que le impactaron y cortaron en el cuello a su amiga. La joven insistió en que esa noche iban muy borrachas.