Sobre la una de la tarde de ayer, un pescador que se encontraba en las proximidades del restaurante Amigo Camilo de La Puntilla vio lo que parecía el cuerpo de un hombre en el interior de una cueva. Avisó a la Policía Nacional y estos comprobaron que, efectivamente, allí yacía un cadáver en avanzado estado de descomposición de un hombre de unos 60 años, raza blanca y sin identificación. En principio se descarta que tuviera signos de violencia, aunque se está a la espera de la autopsia que se le realizará durante la mañana de hoy para conocer las causas de la muerte.

Uno de los testigos de lo ocurrido explicó que en un primer momento pensaron que podría ser un maniquí, aunque a los pocos segundos se dieron cuenta de que era el cuerpo de una persona, que se encontraba semidesnudo -sólo vestía un bañador- y ya inflado debido a los días que probablemente llevaba en alta mar. Así, alertaron al Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) que a su vez movilizó a los miembros de la Policía Nacional.

Los agentes, después de comprobar el hallazgo, solicitaron la colaboración del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil para proceder a su recuperación debido a que el cadáver se hallaba en una zona de difícil acceso y al que sólo se puede entrar por el mar durante la pleamar. Estos especialistas se encargaron de sacar el cadáver hasta las rocas, donde fue custodiado por la Policía Nacional.

Allí, los agentes de la Policía Judicial comprobaron que el cuerpo, en principio, no presentaba signos de violencia y las primeros hipótesis sobre la causa de la muerte apuntaban a una caída accidental o a un suicidio, según las fuentes consultadas. Será la necropsia que se le realice hoy en el Instituto de Medicina Legal de Las Palmas de Gran Canaria la que determinar las causas.