Cristian Paniego, un joven de 21 años, falleció a causa de un infarto el pasado 26 de enero en Corral de Almaguer, en Toledo, según ha informado el periódico El Mundo, donde se asegura que la muerte se podía haber evitado.

El joven jugaba al fútbol en la localidad toledana de Corral de Almaguer cuando se desplomó y se golpeó la cabeza al sufrir una parada cardiorrespiratoria.

Las personas que se encontraban en el lugar, alarmados, llamaron al 112. "Varios de los asistentes, compañeros de equipo y entrenadores, sabían que el joven futbolista pasaba revisiones semestrales porque tenía una cardiopatía asintomática y que debía controlar sus esfuerzos", según recoge la información de El Mundo.

Tres amigos acudieron al centro de asistencia más cercano, según indicaba la aplicación Google Maps -a unos 650 metros del centro deportivo-. Tras dos minutos de coche, entraron al centro médico y pidieron ayuda sanitaria, ya que Cristian no tenía pulso.

Según recoge el artículo, los sanitarios se excusaron diciendo que no podían dejar el centro vacío y que no disponían en ese momento de un vehículo para desplazarse hasta el lugar.

Después, la madre del joven llegó al centro de salud, donde le explicaron la imposibilidad de desplazarse hasta el polideportivo por una cuestión de "protocolo", según publicó el periódico El Mundo.

Además, intentaron acceder al desfibrilador que estaba en el polideportivo, pero el mismo se encontraba sin instalar y en una habitación cerrada con llave.

La causa está ahora en manos de los juzgados.