La desesperación por huir del incendio que consumía el interior de su casa dejó colgado en la ventana a un joven de 18 años. Desde la calle solo se veían sus piernas suspendidas en un quinto piso. Incapaces de saber cuánto podían durar sus fuerzas, los bomberos se adelantaron a una posible caída extendiendo una manta mientras desplegaban una escalera para llegar hasta el joven. Cuando lograron rescatarlo, el chico tuvo que ser reanimado de una parada cardiorrespiratoria provocada por el humo y el pánico. No era el único que se vio asediado por el fuego. Otros tres compañeros escaparon utilizando el canalón que baja hasta el patio interior. Uno de ellos logró meterse por la ventana en la casa de una vecina, los otros dos esperaron envueltos por el humo hasta que los bomberos les condujeron a la salida.