Ocurrió el pasado viernes. El hijo de Rosi, una mujer de 61 años residente en la calle Dean Rodríguez Bolaños del barrio capitalino de Escaleritas, intentaba ponerse en contacto con su madre desde la noche de aquel día sin éxito. El sábado, cuando se extrañó por la falta de noticias de su progenitora, decidió acudir a la casa. En el suelo, tirada sobre un charco de sangre, se encontró a su madre. Un día después, un hombre, conocido como Pepe 'el liso' y de unos 55 años, fue detenido por la Policía Nacional tras confesar el crimen.

La investigación se inició a primera hora de la tarde del sábado, 8 de mayo. Aquel día, el único hijo de ella, de unos 35 años, llegó en su coche al número 17 de la citada calle para saber de su madre, con la que no se había podido comunicar desde el día anterior, según indicaron las fuentes consultadas. Cuando se acercó a la tercera planta abrió la puerta, que no estaba forzada, y en la cocina se encontró tirada en el suelo a su madre, que yacía con un fuerte golpe en la cabeza y sobre un charco de sangre.

La Policía Nacional desplegó un amplio dispositivo ante lo que apuntaba que se trataba de un crimen. Según indicaron ayer los vecinos, cerraron la circulación en la calle y comenzaron a recoger pruebas durante varias horas. En la vivienda, los agentes encargados de la investigación comprobaron que el cuerpo presentaba evidentes signos de violencia y que en el domicilio faltaban joyas. No obstante, Rosi era conocida entre sus vecinos por llevar siempre encima un gran número de alhajas, tanto que algunas de sus amigas le habían advertido de que podía ser víctima de un robo. Los investigadores recogieron numerosas pruebas en el domicilio para tratar de dar con el autor del homicidio.

Las pistas pronto apuntaron hacia Pepe 'el liso', residente a muy pocos metros del lugar, como principal sospechoso. Según los propios vecinos, ambos supuestamente habían mantenido antaño una relación sentimental, aunque actualmente eran sólo amigos. Esta última versión también la corroboran fuentes policiales, que descartan, en principio, que fueran pareja. Pese a ello, Pepe acudía casi a diario a la casa de Rosi, a quien le ayudaba a realizar las compras o le acompañaba cuando tenía que sacar dinero del banco. No obstante, era tal la confianza que había entre ambos que contaba con un juego de llaves del piso de Rosi.

Los vecinos indicaron ayer que el presunto autor cambió su carácter durante el fin de semana, antes de que se descubriera el crimen. Normalmente, saludaba pero no era muy propenso a hablar con los grupos de personas que se reúnen por las tardes en las proximidades de la calle Dean Rodríguez Bolaños con Almirante Benítez Inglott, pero el sábado les empezó a decir que se iba a pasar el fin de semana al sur de la Isla, un comportamiento que extraló en el a quienes le conocían.

La detención se produjo el pasado domingo, como indicaron las mismas fuentes, que precisaron que Pepe 'el liso' confesó los hechos durante el interrogatorio al que fue sometido por parte de los investigadores. Supuestamente, habían mantenido una discusión y acabó con su vida de un golpe en la cabeza.

La Policía Nacional buscó el pasado sábado el arma homicida por la zona y en el interior de los contenedores y, según testigos, realizaron un registro de la vivienda del presunto autor del homicidio durante la jornada del lunes. El arrestado ya ha pasado a disposición de la autoridad judicial.