Un incendio calcinó parte de dos viviendas en el Barranquillo Don Zoilo, en Las Palmas de Gran Canaria, en la tarde noche de ayer. El suceso se originó en un cuarto del segundo piso del 146 de la calle Párroco Villar Reina por causas que todavía no se han podido esclarecer, según comunican desde el cuerpo de Bomberos de la capital, quienes tuvieron que desalojar a cuatro personas nada más llegar al lugar. Además, los agentes sacaron del inmueble un total de siete bombonas de gas.

Personal sanitario del Servicio de Urgencias Canario (SUC) atendió a dos personas por inhalación de humo, entre ellas la mujer que reside en la vivienda donde todo comenzó. Estas fueron trasladadas en ambulancia al Hospital Doctor Negrín, señalaron los Bomberos.

Pasadas las ocho de la tarde, los vecinos del Barranquillo escucharon un estruendo. "Al principio pensé que eran los chiquillos jugando, hasta que empecé a oler a humo y luego saltó la palanca", señaló Cristina Álamo, quien vive en el piso bajo del edificio donde todo empezó. El fuego se originó en la segunda planta de un inmueble que está formado por cuatro viviendas.

Las llamas se expandieron por el interior de la vivienda hasta alcanzar un patio y, de esta manera, la tercera planta. No obstante, el cuarto donde previsiblemente todo comenzó estaba lleno de material inflamable. Insecticidas, botes de pintura, bidones, entre otros elementos propicios para expandir el fuego, según detallaron los Bomberos. En este espacio había una bombona grande y cinco pequeñas de camping gas, estas no estallaron pero si quedaron calcinadas, señalaron los agentes. La séptima bombona se encontraba en la cocina.

Una vez en la tercera planta, las llamas afectaron principalmente a la azotea de la vivienda. Al llegar los Bomberos a tiempo, estos lograron que el fuego no se expandiera al número 148 de la citada calle. "Lo bueno fue que el viento tiraba el humo para atrás", apuntó Milagrosa Hernández, quien vive en otra casa cercana.

En las aceras de la calle los residentes en esta zona se agolparon en poco tiempo, no paraban de hablar del estampido y la gran humacera. "La gente empezó a gritar fuego, fuego, ahí es cuando de verdad me asusté, menos mal que no estaban mis hijas en casa", indicó Álamo. Los vecinos definen a la señora como "conflictiva". Por el momento, la investigación queda abierta y los bomberos desconocen el origen real del fuego.