Un niño de ocho años falleció en la madrugada de ayer después de atragantarse mientras comía un perrito caliente durante la celebración de las fiestas en honor a San Juan Bautista de Telde. El menor, originario de Las Remudas, se encontraba en la feria de atracciones y chiringuitos, ubicada en la hoya de San Juan, junto a sus padres, quienes practicaron los primeros auxilios, sin éxito, hasta que llegaron los servicios de emergencia. El padre del niño tuvo que ser reducido dado el fuerte estado de nerviosismo que vivió tras el episodio, informaron ayer testigos presenciales. Tras conocerse el suceso, el Ayuntamiento de Teldecanceló todos los actos festivos previstos para las jornadas de ayer y hoy y decretó dos días de luto oficial. Las banderas del Consistorio ondean a media asta en señal de duelo.

Pasadas las doce de la noche, el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 1-1-2 del Gobierno de Canarias recibió una llamada en la que se alertaba de la gravedad en que se encontraba el menor. Inmediatamente, hasta el lugar se desplazaron dos ambulancias, una de soporte vital básico y una medicalizada. Pese a la rapidez con que llegaron los efectivos de emergencias, que no tardaron ni cuatro minutos en llegar hasta el lugar de los hechos, según explicó ayer el alcalde de Telde, Héctor Suárez, en declaraciones a los medios de comunicación, los médicos no pudieron hacer nada para salvar su vida. Después de 45 minutos de maniobras de reanimación, el médico solo pudo certificar su muerte. La autoridad judicial procedió al levantamiento del cuerpo cerca de las tres de la madrugada para trasladarlo hasta el instituto anatómico forense.

El niño sufrió el atragantamiento en el primer bocado al perrito caliente, tal y como confirmó ayer el regidor teldense. Sus padres apenas tuvieron margen de maniobra para poder socorrerlo y evitar el fatal desenlace. El suceso se produjo al final de la noche, cuando ya habían cerrado al público todas las atracciones y apenas quedaban abiertas tres terrazas. En ese momento se celebraba una verbena en la plaza de San Juan, que fue cancelada después de que se conociera el suceso.

El niño de ocho años estudiaba en el colegio María Suárez Fiol del barrio teldense de La Pardilla. Los vecinos de Las Remudas, de donde es originaria su familia, se mostraban ayer consternados. "Ha sido un palo tremendo, no nos esperábamos levantarnos con esta noticia tan triste", manifestaba una vecina de un bloque de viviendas cercano al de la familia del niño.Compañeros de colegio

En el barrio aún no asimilan que la vida se haya cebado de esta forma con un niño de ocho años. Otro de los vecinos, amigo de la familia, que prefirió mantenerse en anonimato, definió al menor como un niño muy cariñoso y que siempre estaba feliz. "Era muy sociable y de amistad muy fácil y cercana con sus amigos del colegio", recordó, "mi hija, compañera de clase, siempre me decía que se pasaba el día bailando y con una sonrisa siempre en la cara". El niño fallecido tiene una hermana menor de apenas tres años.

En el bloque de viviendas donde reside la familia desgraciada solo reinaba ayer el silencio. A las puertas del edificio, un familiar del menor, visiblemente afectado y en estado de shock, lamentó su pérdida. Y en la casa pocas personas había por entonces porque sus abuelos tuvieron que ser trasladados hasta un centro sanitario para ser atendidos después de sufrir una crisis de ansiedad tras conocer el fallecimiento de su nieto.

Tampoco estaban para fiestas ayer ninguno de los feriantes que trabajan este año en las atracciones y chiringuitos ubicados en la hoya de San Juan de Telde. "Todo ocurrió en cuestión de segundos, fue muy rápido, cuando me di cuenta ya el niño estaba tirado en el suelo", recordó ayer uno de los comerciantes de esta feria. "Llevo más de 30 años participando en esta fiesta y nunca se había dado un caso de este tipo con resultado de muerte; estoy en shock y apenas he dormido", agregó.

Este empresario, que evita identificarse, aseguró que el colectivo entiende y agradece la decisión del Ayuntamiento de cancelar las fiestas. "Ha sido una situación muy surrealista; no te lo están contando, lo estas viendo y no te lo terminas de creer", afirmó. Los feriantes de la fiesta de San Juan están muy afectados por una situación que tildan de "sinsentido".

Después de conocerse los hechos, el alcalde de Telde, Hector Suárez, que pitó ayer un partido Ingenio-Corazón de María en su condición de árbitro de fútbol con un brazalete negro en señal de duelo, emitió un bando en el que informó de la cancelación de todos los actos lúdicos, deportivos y culturales previstos para ayer y hoy, día festivo. Diferentes asociaciones de vecinos del municipio también suspendieron sus celebraciones en honor a San Juan Bautista.