Agentes municipales de Granadilla de Abona intervinieron recientemente para declarar en situación de desamparo a dos menores de edad cuya madre estaba ebria, tras llevar siete horas consumiendo alcohol, con sus hijos descuidados y sin saber si habían comido ese día. La medida fue ordenada por el Ministerio Público.

Los hechos ocurrieron en las inmediaciones de un bar y un supermercado situados en la calle Los Parques el lunes de la pasada semana.

Los policías locales fueron activados ya que, supuestamente, en dicho enclave se estaba produciendo una pelea entre dos mujeres. Sin embargo, cuando llegaron al citado lugar, los funcionarios comprobaron que el enfrentamiento verbal lo protagonizaban una joven y dos hombres adultos, concretamente el padre de la primera y un ciudadano de origen magrebí.

La mujer, de 25 años de edad, tenía en brazos a una niña de once meses, mientras que a su lado estaba otro pequeño de seis años, y al ser preguntada acabó reconociendo que ambos eran hijos suyos.

Cuando los agentes locales empezaron a hablar con la progenitora de los dos niños, la mujer aseguró que llevaba bebiendo desde el mediodía y en ese momento el reloj pasaba de las siete de la tarde.

El padre de la joven, que también estaba bajo la influencia de las bebidas alcohólicas, comentó a los integrantes de la patrulla policial que lo mejor que podían hacer los agentes era llevarse a los niños, ya que su hija supuestamente no atiende de forma adecuada a los mismos, pues suele estar ebria o drogada.

Sin atención

Los policías locales detectaron que los pequeños no estaban bien aseados y daban mal olor. Además, la progenitora desconocía si habían comido algo a lo largo de ese día.

Durante toda la intervención que llevaron a cabo los agentes, la joven se mostró en un estado de gran alteración. Cuando fue preguntada por los policías, la mujer afirmó que su hijo mayor no tiene padre reconocido, mientras que el progenitor de la pequeña de 11 meses se encontraba en la actualidad en prisión. La pareja tiene juicios pendientes, según confirmaron fuentes policiales.

La madre de los menores indicó que en estos momentos ha estado residiendo como okupa en una vivienda del municipio vecino de San Miguel de Abona.

Durante la actuación policiales, los agentes relataron que en un momento dado, la mujer también se enfadó con su padre y le culpó de que los policías le fueran a retirar a sus hijos. No obstante, señaló que carecía de algún familiar que se ocupara de los niños, ya que su abuela materna también se encontraba en estado de embriaguez en ese mismo momento.

Finalmente, la joven reconoció en dependencias de la Jefatura de la Policía Local que no estaba en condiciones de hacerse cargo de los pequeños.

Esta persona tiene antecedentes policiales, tanto por amenazas como atentado a agentes de la autoridad.

Los policías municipales pusieron los hechos en conocimiento de la Fiscalía de Menores, que decretó una orden cautelar de ingreso en un centro de acogida de ambos niños, al hallarse en situación de desamparo.