Los pasajeros del vuelo de Ryanair FR6605 que volaba de Edimburgo a Ibiza vivieron momentos de mucho nerviosismo como consecuencia del comportamiento "agresivo" e "intimidante" por parte de un grupo de personas que volaba a la isla para celebrar una despedida de soltero, informa el Mirror.

La despedida, para la que viajaban a bordo más de 30 hombres corpulentos, "aterrorizó" al resto del pasaje a medida que iban tomando cada vez más alcohol.

Según explica el rotativo británico, uno de los integrantes de la despedida fue especialmente agresivo verbalmente con la tripulación, mientras que otro amagó con "bajarse del avión en pleno vuelo", algo que evitaron las azafatas bloqueando el pasillo de la aeronave con el carrito de las bebidas.

Lanzamiento de bebidas

El violento grupo utilizó constantemente un lenguaje obsceno también con el pasaje, sobre quienes derramaban bebidas y acto seguido hacían fotografías de sus fechorías. Uno de los gamberros intentó en varias ocasiones sentarse en el regazo de una de las pasajeras.

Una de los afectadas del vuelo de Ryanair del pasado 10 de julio cuenta al Mirror así lo sucedido: "Tan pronto como subimos al avión nos dimos cuenta de que iba a haber problemas. Sentí pena por la tripulación de cabina, que además manejó muy bien el incidente". La misma testigo añade: "En un momento del vuelo uno de los hombres comenzó a pegarle puñetazos a la pared del avión gritando que quería salir de la aeronave y empezó a caminar hacia una de las salidas. Pensé que iba a abrir la puerta. Estaba aterrorizada".

Fue entonces cuando las azafatas, con el carrito, le bloquearon el paso y le rogaron que volviera a su asiento. El hombre se sentó y automáticamente se quedó dormido, cuentan los testigos.

Cuando el avión aterrizó en el aeropuerto de Ibiza el piloto comunicó a los viajeros que no se levantasen de sus asientos ya que se había denunciado a la Guardia Civil lo sucedido durante el vuelo y los agentes debían subir a la aeronave.

"Entonces uno de los miembros de la despedida se levantó y bajó rápidamente por la escalerilla haciendo caso omiso de la comunicación del piloto, pero los agentes ya estaban en la pista de aterrizaje y no pudo huir", cuenta otra testigo.