Fuerteventura pierde a uno de sus hijos más populares. Lorenzo Pérez Rodríguez (Tuineje,1950) falleció al pasado jueves tras no haber podido superar una larga enfermedad. La isla y, especialmente la lucha canaria y el folclore majorero, se quedan sin uno de sus referentes. Lorenzo saltó a la luz pública durante su trayectoria profesional como empresario de la restauración en Morro Jable, donde regentaba un bar de comidas caseras, y por el afamado chiringuito 'Los Amigos' que permaneció abierto en la playa de Piedras Caídas, durante 35 años.

Lorenzo estuvo en vida estrechamente ligado a la lucha canaria, no en vano se inició en los terreros en el equipo de su pueblo: el Club de Luchas San Miguel. Posteriormente, lució la ropa de brega de clubes de la talla del Unión Temporal (El Aaiún), club que funcionó en la década de los años 60 del siglo pasado cuando el Sahara Occidental era todavía territorio español y donde coincidió con luchadores majoreros como Domingo Guerra o Marianito, entre otros muchos. Y también en el CL Gran Tarajal y el Unión Jandía, del que durante muchos años ostentó la presidencia. Además fue delegado insular de la Federación de Lucha Canaria.

Uno de los momentos que más recuerda la afición del Unión Jandía fue cuando el equipo presidido por Lorenzo Pérez realizó un viaje a Venezuela para enfrentarse a varios equipos canarios formado por inmigrantes canarios que residían en aquel país.

El chiringuito y los pucheros

El Chiringuito de Lorenzo, como lo conocían popularmente, era una cita obligada no sólo para los turistas que apostaban por Morro Jable para disfrutar de sus vacaciones sino para los majoreros. Sus paredes fueron testigos de numerosas historias y anécdotas e incluso sirvió para encuentros políticos en busca de intimidad para formalizar pactos, tertulias o las famosas parrandas que se prolongaban hasta el amanecer. Todavía se recuerda con especial nostalgia los famosos pucheros de Lorenzo con motivo de las fiestas en honor a la Virgen del Carmen.

Ese grandioso puchero alcanzó una enorme fama no solo en Fuerteventura sino lejos de sus propias fronteras. El día de la comida, la flor y nata de Fuerteventura disfrutaba de las cualidades culinarias de Lorenzo. Allí, se fusionaba la gastronomía con una día de playa. No faltaba nadie, desde políticos de todos los colores hasta vecinos que llegaban de todos los municipios majoreros. A su término comenzaba la parranda con los mejores tocadores y cantadores. Nunca se sabía la hora en que acababa porque se prolongaba hasta la madrugada o con los rayos de sol del nuevo día.

Sin embargo, en 2013 el Ayuntamiento de Pájara ordenó el desmontaje del mismo pesar de su historia. Lorenzo no concurrió al concurso público de los servicios de playa y se vio obligado a desmontar su chiringuito. Lorenzo Pérez fue enterrado este viernes en el cementerio de Tuineje, su pueblo natal. El sepelio se convirtió en un acontecimiento de dolor y duelo. Nuestras condolencias a su esposa Juana Cabrera, a sus hijas Desirée, Amelia y Jenifer, así como a su amplia familia.