Un amplio dispositivo de Policía Nacional, Policía Local, Guardia Civil y Bomberos evitaron que un hombre se suicidara ayer por la tarde desde el puente del Rincón de la GC-2, en Las Palmas de Gran Canaria. Una situación que finalmente terminó en un susto ante la mirada de decenas de conductores que a esa hora pasaban por la autovía del Norte, cuyo tráfico se vio restringido.

Todo comenzó a eso de las tres y media de la tarde. En un instante, varias patrullas de los distintos cuerpos de seguridad se amontonaron entorno a la valla de seguridad de la GC-2, concretamente sobre el viaducto Ingeniero Julio Molo Zabaleta. El objetivo estaba claro: salvar la vida de una persona que había decidido colocarse en el filo entre la vida y la muerte. Pues, literalmente, se había sentado sobre la valla que separa la calzada del abismo del barranco.

Una historia que terminó sin pérdidas humanas gracias a la mediación de los distintos de cuerpos de seguridad. Desde Bomberos señalan que para cuando llegaron ellos los agentes de la Policía ya llevaban "un tiempo" hablando con el posible suicida. Finalmente, uno de estos se acercó y consiguió agarrarlo y traerlo a la calzada, tras sugerirle que le prestaría su teléfono móvil para llamar a un familiar.

El hombre, quien tenía intención de tirarse al abismo, sería a continuación escoltado por la Policía Nacional. Los Bomberos, por su parte, recalcan que ellos no son psicólogos, y por tanto se encargaron de echar una mano para evitar que una persona se quitara la vida.

Lo ocurrido obligó a que la Policía Local de la capital cerrara al tráfico dos carriles de la autovía GC-2 en sentido Gáldar, por lo que solo quedó uno en circulación. Al ser festivo las retenciones no fueron tan grandes como podría caberse esperar.