Los servicios de emergencia y Guardia Civil siguen trabajando para terminar de encontrar todos los restos del siniestro mortal del avión que se estrelló ayer por la mañana en aguas de La Manga, en la zona de la playa murciana de Galúa. El fallecido fue el comandante Francisco Marín Núñez, instructor de vuelo de la Academia General del Aire (AGA) de San Javier y exmiembro de la Patrulla Águila, habitual todos los años en el Festival Aéreo de Gijón. Pasadas las nueve y media de la mañana, vecinos y turistas presenciaban cómo el avión, un modelo C-101 del Ejército del Aire, realizaba un vuelo de instrucción que acababa con el aeroplano precipitándose, por causas que se desconocen, a las aguas del Mediterráneo. Rápidamente más de un centenar de llamadas al 112 alertaban de que el avión había caído al mar.

Las labores de búsqueda del piloto continuaron durante horas con efectivos de Salvamento Marítimo, Protección Civil, Cruz Roja y Guardia Civil, así como un helicóptero de la Dirección General de Emergencias. Con el paso de los minutos distintas partes del avión estrellado llegaban a la orilla, donde se respiraba un fuerte olor a gasolina. Al lugar llegaron militares de la Academia General del Aire para supervisar las labores del rescate del piloto instructor de la aeronave. Cientos de curiosos que veraneaban en La Manga se aproximaban a la zona del suceso para observar las tareas.

Defensa tendrá que investigar ahora con los restos encontrados los motivos del accidente que se produjo en el desarrollo del entrenamiento en vuelo de este avión de fabricación española. Tal y como confirmaron fuentes cercanas al caso, el avión no llevaba caja negra, por lo que la investigación será laboriosa y complicada. Además, la aeronave se encuentra a entre 15 y 20 metros de profundidad.

El fallecido estaba haciendo vuelos de entrenamiento para preparar el curso académico de la academia, que comienza dentro de dos semanas, cuando la torre de control perdió la conexión con el avión. Según declararon diversos testigos, el avión estaba realizando un looping y volando a baja altura antes de impactar en el agua. Se estrelló no muy lejos de la orilla, donde se llegaba a apreciar la estela de queroseno que dejaba el avión tras el accidente. De fensa cree que el piloto del caza estaba intentando rectificar el picado cuando se produjo el impacto. Además, defienden que el avión C-101 en el que volaba el piloto, que se encontraba ya en la fase final de su vida operativa tras treinta años de funcionamiento, era "seguro".