El juez de guardia envió ayer a prisión a un empleado de la residencia de ancianos de La Bonanova, de titularidad del Consell de Mallorca, por presuntos abusos sexuales a una víctima de más de 90 años. El fiscal solicitó que fuera enviado a la enfermería del centro penitenciario para ser explorado.

La dirección de la residencia tuvo constancia de los supuestos hechos el pasado martes 3 de septiembre, y ha sido este viernes 6 de septiembre cuando el IMAS puso en conocimiento de la Fiscalía los detalles de este caso.

Los hechos por los que el trabajador de la residencia de ancianos fue ayer encarcelado se cometieron, presuntamente, el pasado fin de semana en la residencia geriátrica de La Bonanova. Una de las internas de edad más avanzada, de más de 90 años, fue sometida supuestamente a abusos sexuales con penetración por parte de un joven empleado de la misma.

Lesiones en la víctima

Cuando la anciana fue explorada, después de sufrir molestias, se comprobó que presentaba en sus genitales lesiones compatibles con abusos sexuales con penetración. Al parecer la víctima, dada su avanzada edad, no habría podido oponer oposición a los abusos sexuales del joven empleado.

Una vez que la mujer había sido explorada por el forense, el juez ordenó a la Policía Nacional que iniciara una investigación para tratar de averiguar el origen de los supuestos abusos sexuales de la víctima. Las sospechas recayeron sobre el entorno más cercano de los trabajadores que asistían a la víctima.

Los investigadores fueron estrechando el cerco que culminó con la detención de un empleado de 27 años como presunto autor de los abusos sexuales a la anciana. El sospechoso se comprobó que habría estado con la anciana la noche en la que, supuestamente, abusó de ella.

El empleado de la residencia geriátrica de La Bonanova fue puesto a disposición judicial en la mañana de ayer. El detenido, asistido por el abogado Carlos Castell, fue sometido a una exploración forense durante su comparecencia en la sede judicial. Una buena parte de su análisis se centró en tratar de determinar su estado mental y si era responsable de sus actos.

Tras el dictamen del forense, el fiscal solicitó el ingreso en prisión del detenido por los presuntos abusos a la víctima. No obstante hizo una petición expresa para que fuera conducido a la enfermería del Centro Penitenciario de Palma. Al ser trasladado, el sujeto se tumbó en el coche policial para ocultarse y no ser fotografiado.