Agentes municipales de La Laguna precintaron en la madrugada de ayer un restaurante que carecía de licencia de apertura y que servía comidas a domicilio, a pesar de que no tenía autorización para ejercer tal actividad. Además, los policías apreciaron que el establecimiento no reunía las mínimas condiciones higiénico-sanitarias.

El desarrollo del servicio se hacía con el inmueble cerrado al público, así como con las puertas y ventanas tapadas con papeles para que nadie pudiera ver desde el exterior qué se hacía.

Según las pesquisas, el local cesó su actividad en marzo pasado. Sin embargo, en la noche del miércoles al jueves se percataron de que continúa ejerciendo la actividad a puerta cerrada y sirve comidas a domicilio, a pesar de que no dispone de licencia.