Una cazadora de Lanzarote denunció el envenamiento de cuatro de sus perros mientras cazaba con su padre y su hijo de 13 años en Haría el pasado día 6 de octubre. "Estábamos cazando en la zona y de repente los animales empezaron a sentirse mal", relató a La Voz de Lanzarote la propietaria de los canes, que afirmó que sólo vieron a los perros "beber agua que había cerca de unas colmenas" que hay en la zona.

"Comer no les vimos la verdad, pero no descarto que pudieran comer algo, porque puede pasar que no les veas", añadió no obstante esta mujer, que explicó que iban con siete perros, pero que cuatro se vieron afectados.

Tras ello, y después de comunicar los hechos en un grupo de WhatsApp de cazadores, el presidente la Nueva Sociedad de Cazadores de Lanzarote le puso en contacto con un veterinario, que atendió a los animales. El colectivo puso en marcha una unidad canina para detectar el veneno,

"Ahora están bien, estuvieron un par de días tocados, pero gracias a Dios parece que no fue un veneno demasiado fuerte y sobrevivieron, aunque me gustaría que también tuvieran en cuenta que en el colectivo de cazadores hay menores de edad y mi hijo sufrió", apuntó su dueña.

Cebo

"No sé sabe si fue agua o fue cebo", declaró el presidente de la Nueva Sociedad de Cazadores de Lanzarote, Antonio Félix, quien considera que "es un caso extraño". "Porque si vas cerca de una finca con viñas, en las que lógicamente los agricultores tienen que dar un tratamiento fitosanitario, puede darse la casualidad de que lo hayan dado dos o tres días antes del día de caza, que ese día llueva, y que los perros ingieran el venenos, pero fue en una zona donde no había viñas", apuntó, que cree que "es más probable que pusieran un cebo".