Joseph Williams-Torres, un joven grancanario -de padre inglés y madre canaria- murió asesinado el pasado 14 de marzo en un "ataque despiadado y planeado" como parte de una guerra de bandas por parte de un grupo de jóvenes rivales que confundieron a la víctima con otra persona.

Esther Torres, la madre del fallecido, es una grancanaria que se fue a vivir a Londres hace 30 años y viaja con asidiudad a la Isla, donde mantiene familiares y amigos. En unas declaraciones a LAPROVINCIA aseguró que la fotografía adjunta a esta información fue sacada en Ojos de Garza en las últimas vacaciones de Torres en el Archipiélago, cuando vino a cuidar a su abuelo.

El suceso, que conmocionó a todo Reino Unido, ha vuelto a los informativos del país anglosajón por el juicio a Hamza Ul Haq -de 21 años-, Loic Nengese -de 19 años- y un menor de 16 años de edad, a los que se acusa de un delito de asesinato.

Torres, de 20 años, estaba con un amigo en el interior de un vehículo en el barrio londinense de Walthamstow cuando recibió un disparo en el pecho.

Sobre las 21.30 horas del 14 de marzo, los tres acusados, encapuchados, confundieron al fallecido con un miembro de una banda rival, "en un acto de violencia y represalias que tenían sus raíces en una disputa entre grupos rivales pandilleros del este de Londres", según dictaminó el tribunal.

Los tres asesinos lo vieron en el vehículo, sacaron el arma homicida y dispararon, golpeándolo en el pecho y las piernas, creyendo que se trataba de Samuel Hunter, un miembro de una banda rival. Acto seguido, salieron huyendo del lugar del crimen.

Efectivos sanitarios de Londres asistieron a Torres, que murió camino al hospital debido a la gravedad de las heridas.

Guerra de bandas

Los tres asesinos pertenecían a los Mali Boys, una banda callejera del este de Londres y que estaban involucrados en una "guerra territorial" contra otros grupos delincuentes, como los Priory Court o los Higham Hill.

La fiscal Allison Hunter afirmó que la banda "se había vuelto cada vez más conflictiva y violenta desde el asesinato de uno de los suyos, en mayo de 2017".

Añade que uno de los acusados "fue rociado con ácido y otro chico de Malí fue apuñalado por un grupo de hombres enmascarados en el barrio de Walthamstow".

"Sin duda fue un ataque despiadado y planeado contra un miembro del grupo rival, pero él no era el objetivo previsto", sentenció la fiscal en una información recogida en The Guardian.