La mujer que denunció haber sido violada por un conocido, J. F. F. R., en los baños de un bar de Oviedo (Asturias) el 21 de julio del año pasado hizo un relato espeluznante de lo ocurrido, en el juicio celebrado este miércoles en la sección segunda de la Audiencia Provincial. "Entré al baño y me bajé los pantalones para orinar. No me dio tiempo a sentarme. Él entró y me empujó contra la pared. Le dije: 'Déjame en paz, márchate', y él siguió, agarrándome y tocándome la entrepierna, hasta que me metió dos dedos. Luego se marchó. Me lo hice todo encima, me quedé en shock", relató.

La mujer había ido a cenar con un grupo de amigos, antiguos clientes de un bar en el que trabajaba. Añadió que, tras lo ocurrido en los baños, volvió con el grupo, sin saber qué hacer. A uno de ellos le dijo que J. F. F. R. se había pasado con ella, aunque sin explicar exactamente lo ocurrido. Luego el grupo se dividió y ella se fue a un karaoke con alguno de ellos. Uno de los amigos le envió luego un whatsapp: "Perdónalo, gracias". Ella respondió: "El malestar no me lo quita nadie". La mujer aseguró que ese fin de semana no podía dormir, ni comer. Le contó lo ocurrido a su hermana y ésta la convenció para que denunciase. Fue entonces cuando recibió la visita de uno de los miembros del grupo, asegura ella, para que retirase la denuncia. "Me dijo que iba a destrozar una familia", aseguró.

Hasta aquí la versión de la víctima. El hombre ofreció sin embargo un relato de los hechos bien diferente. Asegura que él salía del baño d elos hombres y ella entraba en el de mujeres. "Ella entonces dijo: 'Voy a mear, ¿quieres mirar? Yo me dije: 'Pero, ¿de qué vamos?', me fui y seguí cenando. Lo siguiente que supe es que me había denunciado y pedí a los amigos que le preguntasen por qué lo hacía. Pienso que es un tema económico, que quiere sacar un beneficio económico. Otra cosa no tiene sentido. Esto ha sido muy duro para mí, para mi mujer y para mis hijos. No dice la verdad".

El abogado defensor del acusado, Fernando de Barutell, indicó que no hay prueba alguna. "La mujer se contradice, ofreció una versión en la denuncia, otra en el juzgado y ahora otra distinta, diciendo que el hombre la intimidó y la agredió, cuando no había dicho nada de eso antes. No se entiende que, después de haber sido agredida sexualmente, haya seguido de fiesta, e incluso le haya hecho una broma sexual a uno de los integrantes del grupo", indicó el letrado, que pidió la libre absolución. La fiscal Adoración Peñín mantuvo su petición de siete años de prisión y 2.000 euros de indemnización, mientras que la acusación particular solicitó ocho años y 5.000 euros, aunque también pidió que alternativamente se condenase al acusado por abusos sexuales a cinco años de cárcel. El juicio quedó visto para sentencia.