Los técnicos sanitarios del Servicio de Urgencias Canario (SUC) Juan Ramón Domínguez y Yazmina Rodríguez estaban en su casa de Triquivijate (Fuerteventura) tan tranquilos cuando escucharon un fuerte estruendo. Se asomaron y comprobaron que un coche se había estampado contra un poste de electricidad y estaba volcado. Al acudir a atenderlos, vieron que había tres personas en el interior y que el cable de la luz expulsaba chispas que ya habían iniciado un incendio en la parte trasera del turismo. "Teníamos que actuar rápido". Fue cuestión de "cuatro o cinco minutos". Primero sacaron a los dos pasajeros delanteros; después, a la mujer que iba detrás y que estaba atrapada. En cuestión de segundos el coche se había convertido en una bola de fuego. Fuera, los rescatados veían aún desorientados cómo dos desconocidos le habían salvado la vida.

Todo ocurrió sobre las once y media de la noche del pasado viernes en la carretera FV-413, a su paso por Nuevo Horizonte. Juan Ramón y Yazmina se encontraban en su casa cuando un coche que circulaba en dirección a Antigua se salía de la carretera. "Oí un golpe fuerte y me asomé por la ventana", cuenta el primero. Y allí vio un vehículo que se había salido de la carretera, colisionado contra el poste y había quedado boca abajo. De inmediato alertó a su pareja y ambos bajaron para atender a las personas que había en el habitáculo. "Nos encontramos primero a dos personas que no podían salir, gritando, estaban desorientados". Eran momentos de tensión. "En la parte trasera ya había llamaradas en el parachoques y los cables de la luz estaba sacando chispas", recuerda Domínguez. Yazmina Rodríguez fue la encargada de sacar a los dos hombres de la parte delantera del vehículo por la ventana del copiloto. "Nos dijeron entonces que había otra chica que estaba en el vehículo". Cuando se acercaron comprobaron que no podía salir y que estaba atrapada por los pies. "Cuando quitamos la puerta vimos que estaba hecha un ovillo entre los sillones y nos decía que ya le estaban cayendo goterones calientes", prosigue Juan Ramón Domínguez.

Fue entonces cuando se vivieron los momentos más tensos. Vieron que el fuego crecía y que no podían perder tiempo. Era anteponer su vida ante cualquier posible lesión que pudiera tener o provocarle por su actuación. "Jalamos por ella para sacarla" y retirarla lo máximo posible del vehículo. Todo ocurrió muy rápido. Tanto como el avance de las llamas. Cuando llegaron los Bomberos de Emergencias Fuerteventura ya se habían adueñado de todo el coche, que quedó reducido a un amasijo de hierros.

Juan Ramón Domínguez, quien lleva 17 años trabajando en una de las ambulancias del Servicio de Urgencias Canario en Fuerteventura, señala que los tres rescatados estuvieron conscientes en todo momento, pero que cuando tuvieron el accidente se mostraban desorientados, sin saber muy bien donde se encontraban. "Cuando tuvieron el vuelco no sabían por donde salir". Por ello, la actuación de esta pareja fue fundamental para salvarles la vida. Los tres ocupantes, de entre 30 y 45 años, fueron atendidos tras lo ocurridos por heridas de carácter leve y sólo la pasajera que iba en el asiento trasero tuvo que ser evacuada al Hospital General de Fuerteventura con contusiones que, en principio, no revestían gravedad, según informó el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 112.

Los años de trabajo que ambos tienen en este tipo de servicios les valió para actuar con la mayor celeridad posible. "La experiencia, la formación, siempre nos ayuda aunque no es lo mismo acudir a un servicio de este tipo de calle que con las herramientas" que les proporciona una ambulancia, declara Domínguez, quien añade que después de lo ocurrido apenas pudo dormido durante la madrugada. Ya durante el día recibió numerosas felicitaciones por un servicio que recordará toda su vida.