Efectivos de Bomberos de Las Palmas de Gran Canaria acudieron en la madrugada de este viernes, 27 de diciembre, a extinguir un incendio en la calle Salamanca, en el barrio capitalino de El Batán.

El fuego se originó en un solar del citado barrio. No ocasionó daños personales, tan solo materiales.

Los equipos de emergencias tuvieron que emplear 4.000 litros de agua para extinguir las llamas.

Incendio en la zona de Mata

La parte baja de Las Palmas de Gran Canaria se sumió anoche bajo una turbia niebla. Un incendio supuestamente provocado en una de las cuevas de la Subida de Mata generó una intensa humareda que el viento se encargó de transportar hasta los barrios de Arenales y Triana, que quedaron saturados del hedor del material quemado. La caverna suele ser utilizada por tres hombres, que anoche no se encontraban en el lugar de los hechos.

Las llamas se originaron sobre las 22.00 horas. Carmen, quien caminaba junto a una amiga calle arriba, se percató del intenso humo que había y que además le provocaba problemas para respirar con normalidad. Unos metros después vio cómo el fuego salía del interior de la tierra en una de las cuevas situadas junto al Castillo de Mata. Esta mujer alertó al Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 112, que a su vez movilizó a los bomberos del parque de Miller Bajo, Policía Local y Policía Nacional.

Mientras llegaban los recursos, el gélido viento que anoche bajaba de la parte alta de la Isla se encargó de avisar a los barrios situados en la cara este de la capital de que en algún punto se estaba produciendo un incendio. El olor a humor hizo que algunos ciudadanos pensaran que el incidente se estaba produciendo a pocos metros de donde se encontraban. En calles como Bravo Murillo, la visibilidad se vio reducida durante más de media hora por una inusual niebla.

Los bomberos y los policías se afanaron desde el inicio de los trabajos de extinción en certificar que no había ninguna persona en el interior de la cueva, donde se acumulaba gran cantidad de basura. Asimismo, inspeccionaron el resto de estancias subterráneas y encontraron a un persona que dormía en esos momentos una de ellas. Esta aseguró que el lugar donde se produjo el fuego suele ser utilizado por tres personas, padre e hijo y un amigo de estos, para dormir y que hasta el pasado 24 de diciembre los había visto por la zona.

Ante estas informaciones, los bomberos realizaron un registro exhaustivo y en torno a las once menos cuarto de la noche, cuando las llamas ya fueron extinguidas y la zona ventilada, confirmaron que no había ninguna persona dentro de la cavidad.