El gremio del taxi de Maspalomas y Mogán despide a Echedey, un compañero de 37 años que a primera hora de la mañana de este jueves perdió la vida después de que el vehículo particular que conducía colisionara frontalmente contra un camión de gran tonelaje en la carretera de Cercados de Espino, a dos kilómetros del cruce de El Pajar. Su desaparición repentina ha destrozado a su familia y ha caído como un jarro de agua fría entre sus compañeros del sector, quienes aún tratan de digerir lo sucedido. Atrás deja a una esposa con la cual se casó hace menos de un año, y a una niña de dos años y medio.

Echedey, más conocido entre sus allegados como Yeray, era natural del patronato de San Fernando de Maspalomas, pero vivía en el pueblo de Cercados de Espino, de donde es su esposa Lorena; dos pueblos que unía a menudo dado que en Maspalomas aún continúa viviendo su madre. Pero este viaje no sería igual. Pasadas las 06.30 horas de la mañana salió de su casa sin saber que aquel sería el último recorrido que haría. Poco después, a las 06.50 horas, el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (CECOES) 1-1-2 recibía la llamada en la cual se informaba de una colisión entre el turismo, que circulaba por el carril de bajada y un camión que lo hacía en el de subida.

El fuerte impacto contra una de las ruedas del camión, que destrozó la mitad delantera del coche, provocó que incluso el vehículo retrocediese unos metros y Echedey quedase atrapado en su interior. Además de la Guardia Civil y dos ambulancias del SUC, hasta el lugar se desplazaron efectivos del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria del parque de Puerto Rico, quienes tuvieron que maniobrar para excarcelar al taxista, una operación que duró más de una hora. Durante este tiempo, la carretera permaneció cerrada al tráfico y se generaron retenciones en ambos sentidos. Las graves heridas que presentaba Echedey eran incompatibles con la vida y los médicos solo pudieron confirmar su fallecimiento.

El vehículo había invadido el carril contrario en un tramo recto, según las primeras investigaciones que maneja la Guardia Civil. Los investigadores esperan por los resultados de la autopsia, que determinará si el conductor había consumido algún tipo de sustancia. Las pruebas practicadas al conductor del camión han dado todas resultados negativos.

"Un gran compañero"

Apasionado por su trabajo, Echedey trabajó durante un tiempo como taxista en Puerto Rico, pero decidió trasladarse a Maspalomas porque le permitía compatibilizar sus horarios laborales con su vida privada, ya que era padre de una niña. Allí llevaba casi tres años en las unidades 326 y 98, una oportunidad que le permitió relacionarse con compañeros que lo tenían en buena estima. "Era un buen compañero, no molestaba a nadie y hacía lo que podía por ayudar a todos los demás", recuerda uno de sus compañeros en conversación con este periódico, "trabajaba de forma limpia y no quitaba las carreras a nadie".

Algunos allegados definen a Echedey como una persona reservada que no se relacionaba demasiado con los vecinos de su barrio y sus compañeros destacan su gran personalidad. "Era muy abierto pero muy tímido y hasta que no cogía algo de confianza le costaba mostrarse tal y como era", revela otro de sus compañeros del taxi. Entre sus aficiones destacaba el boxeo. "Siempre estuvo empeñado en que lo acompañase a hacer deporte", recuerda uno de sus colegas, "era una persona que no tenía malos vicios; no corría con el coche y ni siquiera hablaba por teléfono al volante, ése era un pacto que teníamos".

Este compañero cree que el accidente pudo deberse a un despiste de Echedey ocasionado por el cansancio, ya que la noche anterior había terminado su turno al filo de la una de la madrugada y solo había tenido tiempo de dormir unas horas. De hecho, reveló otro de sus conocidos, de su casa salió tan solo 15 minutos antes que su esposa y ella misma fue una de las afectadas por las retenciones, hasta que se enteró de la noticia, dejó su vehículo aparcado en el arcén y echó a correr hasta el lugar del accidente.

El otro implicado en el accidente, el conductor del camión, un hombre de 60 años, tan solo sufrió un golpe en la mano además de sufrir una crisis nerviosa, según informaron fuentes de la empresa a la cual pertenecía el camión accidentado. Este conductor, indicaron las mismas fuentes, cuenta con más de 30 años de experiencia al volante y por esta misma carretera sin que nunca antes hubiese sufrido ningún accidente. El camión se encargaba de trasladar la pucelana desde la cantera hasta la fábrica cementera que se ubica en el pueblo de Santa Águeda.