Los investigadores continúan con la macrooperación contra el narcotráfico que se desarrolla desde el pasado jueves en varios puntos de Gran Canaria. Agentes de la Policía Nacional actuaron en la mañana de ayer en la sede del banco Deutsche Bank en Las Palmas de Gran Canaria, donde permanecieron durante la mañana para recoger información sobre una organización criminal que se le acusa de traficar con altas cantidades de droga sintética y de intentar introducir en la Isla 1.500 kilos de cocaína en un velero. La operación aún está abierta por lo que está previsto que se produzcan más registros y nuevas detenciones que se suman a la decena de personas que fueron arrestadas antes de ayer, entre ellas un policía nacional.

Guardia Civil, Policía Nacional y Vigilancia Aduanera se dividieron para practicar los diferentes registros. Así, actuaron a primera hora de la mañana en una vivienda de la calle Lanzarote en San Fernando y en la oficina de la citada entidad en la calle Franchy Roca de Las Palmas de Gran Canaria. Desde el banco únicamente se informó de que está "colaborando" con las peticiones realizadas por los agentes encargados de la investigación. Ya por la tarde, parte del operativo se trasladó hasta un invernadero del Salobre (San Bartolomé de Tirajana), donde intervino la Unidad Canina de la Jefatura Superior de Policía. Según las fuentes consultadas, se han producido nuevos arrestos y entre los implicados se encuentran tanto ciudadanos de origen español como extranjeros, que conformarían una banda dedicada al narcotráfico.

Los miembros de los diferentes cuerpo de seguridad que participan en esta operación llevan meses tras la pista de la organización criminal, que ya en diciembre tenían previsto introducir una gran cantidad de cocaína a la Isla. Sin embargo, la investigación dio al traste con el propósito de los ahora detenidos. La embarcación Pedro V fue interceptada a 70 millas al sur de Arguineguín con 1.500 kilos de cocaína, según indicaron las fuentes consultadas. Entonces se procedió a la detención de los tres tripulantes, dos hombres de nacionalidad española y un tercero de origen checo.

El trabajo de los agentes de Vigilancia Aduanera, Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional y Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil continuó hasta el pasado jueves, cuando a las cinco y media de la madrugada pusieron en marcha una macrooperación en diferentes puntos de la Isla: Ayagaures, Sonneland, Vecindario, Urbanización Hoya Pozuelo y Las Palmas de Gran Canaria. Al mismo tiempo entraron en varios domicilios, que sorprendió a los vecinos más cercanos pese al sigilo con el que se está llevando la operación. Sigilo que sólo rompió el helicóptero de la Policía Nacional, que desde la madrugada estuvo sobrevolando varias zonas del sur de Gran Canaria para apoyar a los compañeros que desde tierra practicaban los registros.

El modus operandis de los agentes es siempre el mismo, según indicaron varios vecinos que han sido testigos de los entradas en las viviendas. "¡Policía, al suelo!", afirmó uno de ellos que escuchó desde su vivienda el pasado jueves cómo los policías irrumpieron en una de las casas registradas. "Eran más de 10 agentes encapuchados", que entraron en una casa en la que residía un joven que fue arrestado. "Aquello era como ver una serie de Netflix", apostilló esta misma persona, quien prefirió mantener el anonimato.

En otra vivienda de San Fernando, los agentes accedieron ayer a la fuerza siguiendo el mismo patrón. "Sobre las cinco y media oí reventazos en la puerta, creí que era la mía y cogí un par de palos", comentaba otro vecino. Realmente, estaban actuando en un domicilio cercano de la de la urbanización, en el que reside una pareja con doble nacionalidad española y marroquí. Unos 13 policías estuvieron varias horas en el interior, según apuntó este mismo testigo.

En Ayagaures, los investigadores actuaron el jueves. Estos llegaron a cortar por momentos el tráfico por la carretera principal del pueblo durante el registro de al menos una vivienda. Lo hicieron a primera hora de la mañana y su presencia alteró la habitual tranquilidad de esta localidad de San Bartolomé de Tirajana. Paco Bordón, camarero de uno de los bares, apuntó que la situación con la que se topó cuando subió sobre las nueve de la mañana era "alucinante". "Estaba todo colapsado, con los policías con perros entrando y saliendo" de una de las casas.

Registro en la comisaría

Los investigadores también actuaron en la Comisaría de Maspalomas. En el edificio registraron la taquilla de uno de los agentes del cuerpo, que fue detenido antes de ayer durante el primer día del operativo, como precisaron las fuentes consultadas.

La investigación aún está abierta y no se descartan más registros y detenciones a lo largo de los próximos días después de dos días de intenso trabajo, con jornadas maratonianas que se han alargado más allá de las doce horas. No obstante, el pasado jueves las decenas de agentes desplegados en el operativo realizaron los registro al unísono a las cinco y media de la madrugada y en algunos casos permanecieron hasta más allá de las seis de la tarde.

Vigilancia Aduanera, Policía Nacional y Guardia Civil mantienen un hermetismo absoluto con respecto a esta operación, que continúa bajo secreto de sumario decretado por el juzgado.