El fotógrafo tinerfeño Pablo Jesús H. G., condenado a 67 años de prisión por pedofilia, circunstancia contenida en delitos como corrupción de menores, exhibicionismo, provocación sexual y abusos sexuales con once menores de edad, está siendo juzgado ahora por hechos delictivos similares a los que se contenían en su anterior sentencia por la que fue condenado. En esta ocasión, el fotógrafo presuntamente habría intercambiado imágenes de contenido erótico con tres menores de edad.

La Fiscalía, en este nuevo procedimiento judicial contra el fotógrafo que tenía su estudio profesional en el municipio de La Orotava, solicita que se le imponga una pena de 17 años de prisión por los tres delitos que le imputa, mientras que el abogado que representa al investigado sostiene que debe concedérsele la libre absolución.

El nuevo procedimiento, que se ha instruido en el Juzgado de lo Penal número 4 de Santa Cruz de Tenerife, celebró la vista oral el pasado día 13, quedando el juicio visto para sentencia una vez que fueron oídos a puerta cerrada tanto las tres víctimas como el acusado.

En esta ocasión, el Ministerio Fiscal ha mantenido íntegramente sus argumentos en un escrito de acusación, que acabó elevando a definitivo y donde sostiene que Pablo Jesús H. G. es autor de tres delitos de corrupción de menores después de que intercambiara imágenes con contenido erótico.

El abogado defensor mantiene, en cambio, que hubo consentimiento por las partes en el envío de las imágenes, que no hubo engaños ni coacciones y que dicho intercambio se produjo en un periodo muy corto de tiempo, menos de una semana.

La magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 4 de Santa Cruz de Tenerife, con la prueba documental aportada, y escuchadas las declaraciones de los tres menores y la del propio imputado, dictará una sentencia de la que, según fuentes jurídicas, se prevé que sea notificada a principios del mes de marzo.

Antecedentes

El fotógrafo orotavense, de 45 años, que se encuentra en prisión desde que fuera detenido en noviembre de 2017, cumple desde el mes de julio del pasado año una condena de 67 años de prisión después de que la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife le condenara por la comisión de delitos de abusos sexuales, distribución de pornografía infantil, exhibicionismo y provocación sexual, así como corrupción de menores de edad.

La sentencia confirmó gran parte de los delitos que el Ministerio Fiscal imputaba a Pablo Jesús, aunque en su escrito de acusación definitivo retiró uno de los cargos que le imputaba después de que una de las presuntas víctimas del acusado afirmara que las relaciones sexuales que mantuvo con el fotógrafo fueron consentidas aunque estas se produjeran cuando tenía 17 años de edad.

Por este motivo, y durante la última sesión de la vista oral, la Fiscalía decidió retirar uno de los cargos de corrupción de menores que le imputaba reduciendo de 85 a 80 años de prisión la pena solicitada para el acusado.

El Ministerio Público le imputó a Pablo Jesús seis delitos de corrupción de menores en la modalidad de elaboración de material pornográfico, por lo que solicitó cuatro años y seis meses de prisión por cada uno de los delitos; tres delitos continuados de corrupción de menores, en la misma modalidad que el anterior, interesando en este caso cinco años de prisión por cada delito.

De igual manera, el fiscal le imputó tres delitos de abusos sexuales en diferentes grados por los que solicitó dos años de prisión por cada unos de ellos; un delito continuado de abusos sexuales, por el que pidió nueve años de cárcel; un delito de abusos sexuales a menor de 16 años, por el que solicitó cuatro años de prisión; un delito continuado de abusos sexuales a menor de 13 años, por el que pidió 11 años de prisión, y tres delitos de exhibicionismo y provocación sexual, por los que pidió dos años de prisión por cada delito.

Durante el procedimiento judicial, el letrado que dirigió la defensa del investigado reiteró la solicitud de libre absolución para su patrocinado, petición que -sostuvo- vendría a reforzarse por lo declarado por la mayoría de los menores que declararon en el plenario y es que, a preguntas de las partes personadas, afirmaron que el hoy ya condenado "nunca les forzó" a que posaran desnudos o, en los casos en los que mantuvieron relaciones sexuales, éstas en todo caso se habrían producido de mutuo acuerdo.

En este mismo sentido, el letrado aseguró que tampoco se habría producido un delito de difusión de imágenes que atentara al honor de las víctimas pues los testigos, los propios menores, declararon que las imágenes quedaron en el ámbito privado, sin que se enviaran a terceros.

Durante la celebración del juicio, que celebró a puerta cerrada la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, padres de algunos de los menores que se vieron involucrados en este caso señalaron que Pablo Jesús "acudía a las fiestas de los pueblos o a los institutos del norte para fotografiar a los chicos; luego se acercaba a algunos de ellos a los que lograba convencer diciéndoles que tenían cualidades y aptitudes para trabajar como modelos profesionales". Añadieron que a los chicos les hacía ilusión lo que les decía por lo que cuando les ofrecía hacerles un book que les iba a servir para promocionarse, lo normal era que aceptara la mayoría de ellos" relataron casi con las mismas palabras varios de los progenitores.

Incluso, una de las madres reveló a este periódico: "A mi hijo le ofrecía 20 euros si le llevaba a su estudio a otros chicos para hacerles fotos, pero él no quiso", aseveró.