Un hombre fue condenado ayer por matar al gato de su pareja tras discutir con ella en Llucmajor (Mallorca). El acusado reconoció que golpeó con un trozo de leña y propinó una patada al animal, que murió desangrado en cuestión de minutos. El procesado se declaró autor de un delito de maltrato grave a animales domésticos y aceptó una pena de seis meses de prisión, que en principio no cumplirá, tras alcanzar un acuerdo con la fiscalía. Además, la sentencia le prohíbe tener animales a su cargo durante tres meses.

Los hechos ocurrieron en la mañana del pasado 3 de febrero de 2019 en una finca a las afueras de Llucmajor donde convivía la pareja. El procesado, de 51 años y con antecedentes penales por otros delitos, y la mujer se enzarzaron en una discusión por motivos que no han trascendido. Tras esta riña, el hombre pagó su ira con el gato que su compañera sentimental tenía en adopción. Con extrema violencia, según el relato la fiscalía, propinó al felino un golpe con un leño y luego le dio una patada. El animal sufrió lesiones muy graves a consencuencia de la agresión y empezó a desangrarse. Murió pocos minutos después.

Los hechos fueron comunicados a la Guardia Civil, que llevó a cabo una investigación sobre lo ocurrido. Un juzgado de instrucción de Palma abrió diligencias y procesó al hombre, que no fue detenido, por un delito de maltrato grave a animales domésticos con resultado de muerte. La fiscalía solicitó para él una condena de un año y medio de prisión y su inhabilitación para tener animales o ejercer cualquier profesión relacionada con ellos durante cuatro años. Además, reclamó que indemnizara a su pareja con mil euros por los daños morales que le causó al matar a su gato.

El acusado compareció ayer en un juzgado de lo penal de Palma, donde su abogada y la fiscal alcanzaron un acuerdo de conformidad antes de la celebración del juicio. El hombre dio su visto bueno al pacto y reconoció los hechos ante la magistrada.

Como habían acordado las partes, acató una pena de seis meses de cárcel y tres meses de inhabilitación para tener animales domésticos. Su abogado solicitó que la condena de prisión quede suspendida durante dos años, y la fiscal no se opuso a ello.

El hombre y la dueña del gato al que mató siguen manteniendo la relación de pareja. Ella renunció a las acciones civiles, por lo que la acusación retiró la petición de indemnización por los daños morales causados.

El condenado explicó a la jueza que su compañera tiene en la actualidad un perro, a lo que la magistrada le informó de que debido a la inhabilitación fijada en la sentencia no puede encargarse de sus cuidados ni pasearlo. En caso contrario, podría ser acusado de un delito de quebrantamiento de condena, le informó tras dictar el fallo de viva voz.