Santiago navarro cabrera era un hombre inteligente, amable, amigo de sus amigos y un trabajador inalcanzable. Si había que trabajar 24 horas ahí estaba él. Desde muy joven se marchó a Nigeria con su amor de mata, que era su mujer Conchita, a trabajar para una empresa donde él era el encargado de más de 100 empleados. En Nigeria estuvo 4 años, 6 meses y 14 días, para luego volver a Las Palmas de Gran Canaria y montar su propia empresa.

Con su trabajo y esfuerzo fue creciendo y ahora es una empresa puntera en su sector. La empresa pasará ahora manos de sus hijos Gerardo, Santy Jose. Santiago sabe que la empresa queda en buenas manos gracias a que les enseñó cómo y de qué forma hay que llevarla. De igual manera él estará con los ojos puestos en ellos para echarles una mano cada vez que lo necesiten.

Santiago Navarro era una persona creyente y practicante. Cada vez que podía iba a ver a la virgen del Socorro, su patrona. Unos días antes de su muerte lo fue a ver Julio Cabrera y le dijo: "Juliño, tengo a la patrona loca de tantas cosas que le estoy pidiendo..." Sólo ellos sabrán qué eran esas cosas.

Ahora Dios lo esperará con los brazos abiertos y se juntará con todos sus amigos y los sentaran en la mesa a contarles todas las batallas y anécdotas habidas y por haber. Y a más de uno le dirá: "Ey te da vergüenza echarte la última conmigo". Genio y figura, amigo.

Ya Santiago físicamente no está con nosotros, pero su sonrisa, su carácter y su forma de ser, siempre. siempre, siempre estará en nuestros corazones.

Nunca te olvidaremos amigo.