La Policía Nacional ha encontrado los cadáveres de dos monjas, cuidadoras de una residencia psiquiátrica de localidad madrileña de San Sebastián de los Reyes con casos de coronavirus e investiga las circunstancias de las muertes.

Fuentes policiales han confirmado a la Agencia Efe el hallazgo de los dos fallecidas en la residencia psiquiátrica Cottolengo del Padre Alegre, adelantado por el diario 'Vozpópuli', que detalla que los agentes acudieron porque las religiosas que la dirigen eran reacias a dejar entrar a Protección Civil.

El hallazgo tuvo lugar este viernes sobre las cuatro de la tarde y ahora se investiga lo ocurrido, según las fuentes.

Fuentes conocedoras del caso explican a Efe que la intervención se produjo después de que le llegasen informaciones indirectas al director general de Seguridad, tras las cuales el pasado 25 de marzo Policía Local y Protección Civil acudieron al centro, pero no les dejaron acceder.

Fue necesario localizar a la madre superiora para poder acceder a la residencia y al entrar localizaron los cadáveres de dos monjas. Seis más estaban en aislamiento y solo dos religiosas estaban al cuidado de todos los residentes, señalan las mismas fuentes.

La Comunidad de Madrid ha acudido este sábado a la residencia haciendo uso del Plan Territorial de Protección Civil (Platercam) "con equipo sanitario, Unidad Militar de Emergencias y bomberos", han señalado a Efe fuentes de la Consejería de Sanidad.

Las autoridades se plantean ahora una intervención "potente" en el centro, donde se estudia el traslado de los residentes a otros alojamientos o el refuerzo de personal, tanto de sanitarios como de servicios sociales, para hacerse cargo de la situación.

Según 'Vozpópuli', nadie había certificado el fallecimiento de los dos trabajadores, que según los primeros indicios murieron este viernes y el jueves, en un centro en el que hay 68 personas internas de las que once fueron aislados por síntomas claros de coronavirus. Fuentes conocedoras del caso señalan a Efe que las monjas llevaban muertas "varios días".

Las religiosas, de avanzada edad, explicaron a la Policía que estaban desbordadas por la falta de voluntarios debida a la pandemia, y el Cuerpo tramitó que recibieran material de protección.