El ser humano es una especie que nunca deja de sorprender, para bien o para mal. Y la cuarentena está mostrando lo mejor y lo peor. Y una vez más para mal. La Policía Local de Santa Cruz de Tenerife tuvo que actuar en la tarde de ayer en una vivienda donde una veintena de personas, entre ellos niños, celebraban un cumpleaños. Este es uno de los ejemplos de ciudadanos que durante esta semana han roto la cuarentena decretada el pasado 14 de mayo por la declaración del estado de alarma, al que se une el del vecino de Santa María de Guía que se paseó por las calles de la capital grancanaria porque "obedecía órdenes de Dios". Ahora tendrá que pagar 720 euros de multa.

"Lo que nos faltaba por ver". Así comenzó la policía de la capital tinerfeña el tuit en la red social Twitter donde explicó lo que habían vivido varios de sus agentes durante la tarde de ayer. La Unidad de Intervención de la Policía Local (Unipol) "ha tenido que levantar un acta de infracción (...) a la titular de una vivienda en el Distrito Suroeste por estar celebrando un cumpleaños con 20 personas en su interior (adultos y niños)".

Este es el primer caso conocido en Canarias de aglomeración de personas durante los últimos 14 días. Pero ha habido muchas más situaciones que se podrían calificar de cómicas si no fuera por la grave situación que vive el país por la pandemia por el coronavirus. Una de ellas se produjo la mañana del pasado jueves cuando la Policía Nacional. Los agentes localizaron a un hombre de 46 años transitando por las calles de Vegueta, la Avenida Marítima y Juan XXIII contraviniendo el estado de alarma.

Cuando los policías le solicitaron que regresara a su vivienda, el individuo negó marcharse del lugar "con evidente desprecio" y dijo que no acataría a la orden, a lo que añadió, según la sentencia, que "obedecía órdenes de Dios para salirse a la calle y que prefería irse detenido antes que volver a casa". El Juzgado de Instrucción número 4 de Las Palmas de Gran Canaria le castigó con 720 euros de multa.

O la del joven de 19 años que estaba con su novia en el campo de fútbol de La Feria. Cuando se acercaron los agentes les advirtió: "A mi novia no, que está embarazada, como la toques te mato, no la toques que tengo medicación". Y posteriormente agredió a uno de los agentes, a los que golpeó con el codo en la cabeza, provocándole heridas. Ahora tendrá que pasar la cuarentena en la cárcel. El mismo Juzgado de Instrucción 4 le condenó a cuatro meses de prisión, informó ayer el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).

También está el caso de un hombre de 65 que el pasado miércoles estaba en el paseo de San José, en aparente estado de embriaguez, entorpeciendo las labores de limpieza de la vía pública. Este hizo caso omiso a las indicaciones de los agentes, a los que llegó a tirarle varias piedras. Fue detenido como presunto autor de un delito de desobediencia grave a agente de la autoridad y por quebrantar el confinamiento. Y en Agüimes se detuvo el pasado jueves a un vecino que se bañaba en la playa de El Cabrón porque "estaba aburrido".

Y estos son solo algunas de las más de mil situaciones de este tipo que se han vivido en Canarias desde que el pasado 14 de mayo se decretara la cuarentena. Hasta el pasado jueves, Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local han interpuesto 4.704 propuestas de denuncias y han procedido a arrestar a 110 personas. En el conjunto del Estado, los números están por encima de las 110.000 propuestas de sanciones.