Los 44 internos que aún permanecen en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Barranco Seco irán, finalmente, a un edificio público cedido por una administración local. El magistrado Arcadio Díaz Tejera, que el pasado martes ordenó en un auto el desalojo de las instalaciones ante los casos de coronavirus que se habían dectectado en el interior y el hacinamiento en el que se encontraban los migrantes, espera que la reubicación se produzca durante las "próximas horas" después de que ayer se confirmaran hasta 11 casos de la COVID-19 entre los internos, cifra que el Ministerio del Interior rebaja a cuatro hasta el pasado martes.

El magistrado llegó a proponer durante el miércoles el uso de algunos de los hoteles vacíos de la Isla, después de que la inmensa mayoría de los turistas se vieran obligados a regresar a sus países por el Estado de Alarma, como lugar para que los migrantes estén seguros tras el aumento de positivo y la existencia de varios agentes de la Policía Nacional con síntomas, según precisó Díaz Tejera.

El titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Las Palmas de Gran Canaria, que a su vez es el encargado de controlar el CIE, señaló a última hora de la tarde de ayer que había llegado a un acuerdo con una de las instituciones para que cediera un edificio público que se encuentra en desuso para reubicar a los extranjeros. Asimismo, solicitó la creación de un registro de inmuebles que se encuentran en propiedad de las autoridades locales para así proceder con mayor celeridad en situaciones similares puesto que, apostilló, la inmigración por vía marítima se encuentra presente en las Islas desde hace 26 años.

Para Arcadio Díaz Tejera, la decisión de desalojar el CIE de Barranco Seco obedece a respetar a los extranjeros por su condición humana. En este sentido, apuntó que los internos "están cayendo como moscas" al estar hacinados en un centro carcelario que definió como "una ratonera". "Ellos llegaron sanos y han enfermado aquí", apostilló el magistrado.

Ya el pasado martes, el Jefe de Sección de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de Salud, Amós García, advirtió al juez en un correo electrónica que el "hacinamiento" en el que se encuentran los extranjeros "constituye un favor favorable para la expansión de la infección entre las personas", por lo que, continuó, "lo ideal es disponer de espacios que eviten esa situación".

Aunque en el auto en el que Arcadio Díaz Tejera decretaba el desalojo del centro no incluía una fecha límite, sino que pedía al Ministerio de Interior que se realizada de la manera "más ágil posible"; durante la mañana de ayer comprobó que los migrantes continuaban en las instalaciones con el consiguiente peligro de contagio entre el resto de personas que usan y trabajan en el centro.

Por ello, el juez evaluó emitir una nueva resolución en la que incluir un "plazo inminente, inmediato, urgentísimo" ante la inacción del Gobierno de España, al que criticó puesto que, agregó, ha tenido que ser administraciones locales quienes pongan solución a la situación que se vive en la antigua cárcel.

Por su parte, fuentes del Ministerio de Interior apuntaron que desde antes del Estado de Alarma ya se había organizado el desalojo de todos los CIE del país ante la imposibiidad de que fueran repatriados a sus países. En este sentido, un portavoz declaró que antes de que se decretara la cuarentena los centros tenían una media de ocupación del 59%, la semana pasada descendió a un 25% y antes de ayer a un 10%. "Hay muchos que ya están a cero", puntualizó, para añadir que se prevé que los internos de Barranco Seco sean realojados durante los próximos días. En cuanto a los casos positivos en el centro de la capital grancanaria, Interior contabiliza cuatro hasta el pasado martes.