El relato de la mujer revela agresiones continuas, vejaciones y miedo, el mismo que le impedía denunciarlo. La magistrada titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Las Palmas de Gran Canaria, María Auxiliadora Díaz, ordenó en la tarde de ayer el ingreso en prisión de un hombre por, presuntamente, intentar asesinar a su mujer en al menos dos ocasiones, una de ellas asfixiándola con una rebeca y la otra estrangulándola hasta que perdió el conocimiento, en Gran Canaria. La víctima presentó la denuncia, tras presionarla su madre, porque quería proteger a su hijo de ocho años.

En el escrito se indica que el ahora reo era un consumidor habitual de alcohol, que hizo que estuviera en tratamiento. Sin embargo, durante los últimos meses había vuelto a beber "en bastante cantidad". El pasado mes de febrero, después de acudir a una cena de empresa, ambos regresaban a su casa en la capital grancanaria y durante el trayecto su marido le amenazó con que no iban a llegar al domicilio y que no iba a ver más a su hijo, además de insultarla. A continuación se produjo la primera de las agresiones. En la denuncia se indica que cogió una rebeca con la que le rodeó el cuello y tiró fuertemente "con la intención de asfixiarla". La víctima, quien en su declaración aseguró que había temido por su vida en cuatro o cinco ocasiones, llegó a su casa. Las agresiones siguieron. En días posteriores se produjo una discusión entre ambos y el hombre le profirió insultos como "vieja puta, no vales para nada, tu familia no te quiere". En un momento, "la cogió del cuello fuertemente, le dio una patada en el costado y la tiró al suelo, y perdió casi el conocimiento, orinándose encima", relató a la Policía Nacional según el escrito, en el que se añade que la relajación de los esfínteres "es totalmente compatible con una situación de asfixia y de pérdida de conocimiento". El ahora reo llamó a la hija de la víctima y le dijo que su madre estaba tirada sin conocimiento; "que estaba haciendo el paripé", le indicó. Cuando su hija llegó al domicilio, su madre evitó que llamara a una ambulancia porque no quería denunciar. No fue la víctima ni tampoco su hija quienes acudieron a la sede de la Policía para contar lo ocurrido. Tuvo que ser la madre de la agredida quien presentase la denuncia. Cuando se encontraban en sede judicial, el atestado policial recalca que la víctima "dijo una y otra vez que no quería presentar denuncia". Finalmente accedió a hablar y contó que se había callado mucho, que siempre había negado el maltrato pero que ahora había pensado mucho en su hijo de ocho años, "que está muy protector con ella, que no la deja sola, que le dice que la va a proteger", se indica en la denuncia.

La jueza ordenó ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del vecino de la capital grancanaria como presunto autor de delitos de tentativa de homicidio, maltrato habitual y lesiones sobre su mujer, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), que añadió que impone al investigado la prohibición de acercarse a su pareja o comunicarse con ella.