"Era un padre, un esposo, un abuelo y una persona afable. Creo que se va con el recuerdo de ser, por encima de todo, una buena persona, que es lo mejor que puedes dejar en la memoria de la gente". Esa es la descripción del boxeador Manuel Rodríguez Perdomo 'Kilovatio', fallecido el pasado martes a los 80 años, en palabras de Becky Rodríguez, una de las tres descendientes que dejó de su matrimonio con Digna Pérez Melián.

'Kilovatio' desarrolló su carrera en la era dorada del boxeo en el Archipiélago con un título de relumbrón: campeón de Canarias del peso gallo en 1960 tras superar a Chinea, representante de la provincia de Santa Cruz de Tenerife. Se retiró cinco años más tarde y por el camino dejó combates de época desde que debutara con victoria contra Ray Ross en La Gallera. Pero por encima de las victorias, las derrotas, los aplausos y los vítores, 'Kilovatio' se fue con una estampa más llena de su vida sobre el ring: la amistad. "No le gustaba presumir de sus victorias ni de los combates ganados. Más que con los triunfos, él nos repetía que se quedó del boxeo con la humanidad que encontró en él", recuerda Becky Rodríguez.

Y ahí aparece una lista interminable de nombres con los que formó cuadrilla: Kid Tano, Pillo, Paquillo, Sergio Santana, Vicente 'el Estudiante', Servando Vera, Boro Domínguez, Angelito o Kid Daniel... Porque sus amigos y patear por las zonas de Triana, Alcaravaneras y Lugo era su rutina tras la jubilación después de una vida de trabajo en Unelco. "Se encontraba con mucha gente de su época por allí. Eso y comer en La Marinera con mi madre era su gran lujo. 'Barriguita llena, corazón contento'. Era su lema", apunta su hija.

En Unelco encontró su apodo sobre el ring: 'Kilovatio', pero también una manera para ayudar a sus vecinos siempre que podía. "Era encargado de los cortes de la luz y más de una vez les echó una mano a quienes no podían pagar facturas atrasadas", comenta. Natural de Tafira, se instaló primero en San José, después pasó por Lomo Blanco y, finalmente, llegó al Polígono de San Cristóbal, donde era un vecino conocido y apreciado.

Un "hombre duro" al que no le gustaba mucho eso de los hospitales, aunque desde hace un año se tuvo que habituar a alguna que otra visita periódica. Boxeó contra el cáncer y se marchó en la habitación 787 del Hospital Insular con el agradecimiento infinito a quienes le acompañaron en esos últimos días [en especial a Bea]. 'Kilovatio' deja una viuda (Digna), tres hijos (Israel, Becky y Digna) y dos nietos (Bibiana y Jorge). Eso y el legado de sus golpes en la era gloriosa del boxeo en Canarias.