Aunque no estés entre nosotros, pues Padre Dios te llamó a la Gloria eterna y a reunirte con papá y tus niños pequeños que se fueron muy pronto pues la Medicina no estaba tan avanzada, siempre fuiste una gran mujer, esposa, madre y abuela. Quiero felicitarte por todos los valores y cosas buenas que nos inculcaste a mí y a Tomás, mi único hermano. Eras especial, culta, te gustaba mucho leer y recitar, muy cariñosa, trabajaste mucho día y noche para que no nos faltara de nada.

Si no te dije te quiero tantas veces, te lo digo cada día y rezo por los dos que estáis en la patria celestial aunque no pueda llevarte un ramo de flores. Felicidades por el Día de las Madres. Ruega por lo que estamos aquí. Tus ejemplos trato de seguir, la paciencia que tenías y rezar el Rosario como lo hacías tú.

Gracias mamá.