Una mujer de unos 40 años fue detenida la madrugada del pasado domingo después de que colisionara contra dos vehículos que estaban aparcados en la calle Grau Bassas, en el barrio del Puerto de Las Palmas de Gran Canaria, huyera del lugar de los hechos y cuando fue localizada diera positivo en el control de alcoholemia. La conductora fue detenida como presunta autora de un delito contra la seguridad vial bajo la influencia del alcohol.

El accidente se produjo pocos minutos después de las dos de la madrugada cuando un coche Renault Captur se salía de la carretera en la citada vía de la capital grancanaria y colisionaba contra dos turismos que estaban aparcados, uno de ellos un taxi, provocándoles importantes daños. La conductora en vez de parar continuó circulando por la zona mientras testigos de lo ocurrido avisaron a la Unidad Nocturna Especial de la Policía Local, indicándoles la marca y el color del coche.

Así, cuando los vehículos patrullas se personaron en el lugar realizaron una batida en la zona y a los pocos minutos hallaron en la calle Portugal, a pocos metros del accidente, un turismo de color gris que coincidía con la descripción dada por los alertantes y, además, comprobaron que tenía desperfectos en el chasis.

Los agentes sospecharon que la conductora y única ocupante del vehículo podría estar bajo los efectos del alcohol, por lo que procedieron a dar aviso a sus compañeros de la Unidad de Atestados para que procediera a realizarle el test. Las dos pruebas que le tomaron a la mujer dieron positivo, la segunda de ellas con una cifra aproximada de 0,47 milígramos por litro en aire espirado, por encima del 0,3 permitido para conductores no profesionales.

Los policías procedieron a detenerla como presunta autora de un delito contra la seguridad vial por conducir bajo la influencia del alcohol. A la conductora no se le puede aplicar un delito de fuga o abandono del lugar del accidente porque en el mismo no hubo heridos de gravedad. Este delito, que está reflejado en el artículo 382 bis del Código Penal que entró en vigor el marzo del año pasado, está penada de 3 a 6 meses de prisión cuando es de carácter fortuito o imprudencia leve, como es este caso, o de 6 meses a 4 años en acciones imprudentes.