La llegada de 150 migrantes en cuatro pateras o cayucos durante los seis últimos días, tres de ellas a Gran Canaria y una a Fuerteventura, está dificultando su alojamiento en diferentes centros de la Isla después de que el pasado viernes el Ministerio de Sanidad emitiera una orden que obliga a toda aquella persona que entre al país desde el extranjero pasar una cuarentena obligatoria con motivo de la pandemia del coronavirus. La última lo hizo en la tarde de ayer con 35 personas a bordo, entre ellas cinco menores de edad, que habían zarpado el pasado lunes de Dajla.

Los propios ocupantes de la patera lograron contactar por teléfono móvil con la ONG Caminando Fronteras, a la que comunicaron que estaban perdidos, que no sabían dónde se encontraban, pero que podían divisar una montaña, relató a Efe una portavoz de ese colectivo de ayuda a los inmigrantes.

Cuando la comunicación se restableció, desde la patera pudieron enviar por Whatsapp un archivo con su posición. Estaban llegando a Puerto Rico, a solo unos kilómetros de distancia de la base de Salvamento en Arguineguín. La patera fue localizada por el pesquero Rosa de los Vientos, quién dio la posición en la que se encontraba. Salvamento Marítimo movilizó un dispositivo de rescate, compuesto tanto por la Salvamar Menkalinan (embarcación con base en Arguineguín) como por la Guardamar Talía (desde Arinaga), con apoyo de un helicóptero.

La información de que disponía la ONG que emitió el aviso indica que a bordo de la patera hay 19 varones, 11 mujeres y cinco niños, unas cifras que se confirmaron a la llegada a Arguineguín donde fueron atendidos por Cruz Roja y el Servicio de Urgencias Canario. Todos ellos se encontraban en buen estado de salud.

La Policía Nacional se hizo cargo de trasladarlos a dependencias policiales después de que en las dos anteriores embarcaciones se registraran dudas sobre dónde tendrían que pasar la cuarentena a la que están obligados. En esta ocasión, el proceso fue ágil y los rescatados no tuvieron que pasar hasta siete horas tirados en el muelle como ocurrió con los 49 ocupantes que llegaron el domingo en un cayuco.

La Delegación del Gobierno se está encontrando con dificultades para proporcionarles alojamiento donde pasar aislados los próximos 14 días. Según fuentes consultadas, los centros se encontraban ya saturados debido a que desde que el pasado 14 de marzo el Gobierno de España decretara el estado de alarma, los migrantes han tenido que permanecer confinados en los centros de acogida, cuya situación se agravó con el cierre del Centro de Internamiento de Extranjeros de Barranco Seco tras varios positivos por la Covid-19. A ello se une ahora la cuarentena. Y es que sólo entre el 14 de marzo y ayer han llegado 995 migrantes. En todo el año esa cifra aumenta a 2.225.

Para liberar los hogares, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria cedió cuatro polideportivos. Agentes sociales temen que el Consistorio solicite estas instalaciones ante el posible pase de la capital a la Fase 2 del desconfinamiento el próximo lunes, que permite la apertura de estos edificio para el uso público.

Esta no fue la única patera rescatada ayer. La Marina Real de Marruecos rescató a 41 inmigrantes subsaharianos que habían pedido socorro desde una lancha neumática porque su embarcación se hundía, según ha informado a Efe una portavoz de Salvamento Marítimo de España, con los datos que facilitaron sus colegas de Rabat.