La conocida como "asesina de Badoo", Hedangelin Candy Arrieta, está más cerca de sentarse en el banquillo acusada de asesinato, detención ilegal, amenazas y estafas. La juez María José Bello, encargada del caso, ha dictado un auto por el que cierra el sumario y las investigaciones contra ella, contra su pareja, el marroquí Mohamed Achraf, y un cómplice, José Antonio Meléndez, según ha conocido El Periódico de Catalunya. Los tres serán juzgados en la Audiencia de Zaragoza.

Según las investigaciones de la Guardia Civil, Candy Arrieta, una mujer venezolana de 34 años que se hacía llamar "Dulce Ángel" en la red social de contactos Badoo, atraía hombres con mensajes e imágenes subidos de tono. Así, los convencía para acudir a verse y tener sexo con ella en Pedrola (Zaragoza), el pueblo donde vivía. Una vez que las víctimas llegaban a esa localidad, eran asaltadas y golpeadas por la mujer y su pareja, Mohamed Achraf.

Tres víctimas

La trama engañó y atacó con el gancho de Candy a tres hombres entre julio y septiembre de 2019. El primero en picar fue un camionero rumano, que acudió al pueblo para encontrarse con la mujer. Le robaron su coche, un Renault Clío, su teléfono móvil y 50 euros. Apenas un día y medio después, Candy convenció a otro hombre que conoció en Badoo para que fuera a verla. Esta vez se trataba de un empresario de 58 años, divorciado y de Tudela (Navarra). La mujer lo atrajo enviándole mensajes como "me gustan maduritos" e imágenes en las que se la veía con muy poca ropa.

Tras recibir una videollamada de Candy, que entonces se hacía llamar "Bella" en Badoo, el 4 de septiembre el hombre salió en tren para encontrarse con ella. Nada más llegar, fue golpeado en la cabeza con una llave inglesa por el novio de Candy, luego le ataron de pies y manos, le metieron en el maletero de un coche y le quitaron la tarjeta de crédito a punta de pistola, según consta en el sumario del caso. Le amenazaron también con cortarle un dedo.

Un asesinato

Su tercera víctima no sobrevivió. Se trataba de otro hombre mayor de 50 años y separado. José Antonio Delgado era un informático que vivía en Getxo (Vizcaya) y al que Candy volvió a seducir por Badoo. En su caso, cuando llegó al encuentro de la mujer, lo golpearon hasta dejarlo inconsciente. Le robaron unos 1.500 euros y un Mercedes de alta gama que vendieron luego por internet por 10.000 euros. Luego, lo enterraron vivo en un paraje a las afueras de Pedrola.

La familia del empresario denunció su desaparición y la Guardia Civil encontró su cadáver el 27 de septiembre. Cuando registraron la nave en la que vivían Candy y su novio, encontraron también joyas, dinero y otros objetos que habian robado a los hombres que caían en su tela de araña, incluyendo un palo de golf y unas gafas graduadas del empresario vasco al que mataron.

Candy Arrieta y su pareja están en la cárcel desde el 5 de octubre. También está en prisión su cómplice en uno de los ataques. Las investigaciones de la UCO de la Guardia Civil descubrieron que la mujer llegó a España, pidió asilo político y pasó por la zona de Valencia, donde habría conocido a su futura pareja, un hombre con antecedentes por violencia de género.