Cruz Roja ha comunicado a Delegación del Gobierno que deja de asistir a los centros donde se alojen a los migrantes para que pasen la cuarentena obligatoria a su llegada a las Islas. La organización seguirá prestando atención a pie de muelle cuando sean localizadas o alcancen la costa y en aquellos edificios donde ya venían haciéndolo, pero debido al caos que se ha generado con las últimas dos pateras llegadas el pasado martes con casi un centenar de personas a bordo ha decidido dejar de prestar este servicio. Una organización religiosa es la encargada ahora de atenderlos en una nave del Puerto de La Luz, adonde fueron trasladados después de pasar 15 horas en el muelle de Arguineguín la mitad de ellos y 8 horas quienes alcanzaron la playa de Triana.

Fuentes cercanas a la oenegé explicaron que desde hace semanas vienen solicitando al Gobierno estatal un protocolo que permita atender con la mayor celeridad posible a aquellas personas que llegan en cayuco o patera, sobre todo después de la orden dada el pasado 15 de mayo por el Ministro de Sanidad que obliga a toda aquella persona procedente del extranjero, ya sean turistas, ciudadanos españoles que regresan al país o migrantes que lo hacen por la vía irregular; pasar 14 días aislados por si son portadores del coronavirus. Sin embargo, antes de ayer se volvió a repetir la escena ocurrida el pasado 17 de mayo, cuando 49 migrantes y los componentes de los servicios de atención estuvieron esperando siete horas para saber adónde iban a ser trasladados. Finalmente, Delegación del Gobierno decidió que fueran llevados a dependencias policiales, como se venía haciendo hasta entonces.

Este protocolo continuó hasta el pasado martes. Pocos minutos después de la medianoche, 51 personas que iban en un cayuco fueron desembarcados en el muelle de Arguineguín. A las siete de la mañana, Policía Nacional y Guardia Civil recibían otra alerta en la que se avisaba de que otras 35 personas habían alcanzado la playa de Triana, en San Bartolomé de Tirajana, en otra embarcación de este tipo. Tanto Cruz Roja como los cuerpos de seguridad que atendieron a los migrantes se volvieron a encontrar con que la saturación de los centros era máxima. Además, se había desechado la opción de que volvieran a ser trasladados a dependencias policiales después de que tres migrantes que llegaron del pasado 17 de mayo dieran positivo por coronavirus después de permanecer en los calabozos de la comisaría de Maspalomas. La solución no llegó hasta las tres de la tarde, 15 hora después de que fueran localizados, cuando se decidió llevarlos a una nave del Puerto de La Luz que fue habilitada para su alojamiento.

Las fuentes consultadas explicaron que la situación es insostenible. A la cuarentena que tienen que pasar quienes llegaron después del 15 de mayo se une que aquellos migrantes que antes del estado de alarma se encontraban alojado en un centro han tenido que pasar los últimos dos meses encerrados en estos inmuebles, sin posibilidad de ser trasladados a otras islas o comunidades donde los centros tienen plazas libres. A ello se unen el descontrol que denuncian las organizaciones, que solicitaron hace semanas a Delegación del Gobierno una relación de edificios que pueden ser habilitados para las personas que llegan en patera para estudiarlos y prepararlos.

Hasta ahora, Cruz Roja tenía como mínimo las 48 ó 72 horas que los migrantes pasaban en las dependencias policiales para preparar estos centros. El pasado martes, en cambio, al modificarse el protocolo tenían que realizar este mismo trabajo en cuestión de horas y sin tener conocimiento de la situación sanitaria y de higiene en la que se encuentra la nave donde han sido albergadas las 86 personas hasta que pasen la cuarentena. "La situación no puede seguir así, cada vez que hay una patera se ponen a buscar donde alojarlos, abriendo centros a última hora", indicó una de las fuentes.

Las propias oenegé ya han propuesto instalaciones públicas estatales para alojar a los migrantes. En concreto, señalaron el cuartel del Regimiento de Infantería Canarias 50 situado en La Isleta, dentro de la Base General Alemán Ramírez, donde creen que pueden dar cabida a más de un millar de personas en buenas condiciones de habitabilidad. Ya la vicepresidenta del Gobierno de España, Carmen Calvo, adelantó el pasado martes durante a Comisión de Reconstrucción en el Congreso que buscan edificios del ministerio de Defensa e Interior para acoger a los inmigrantes que están llegado a las Islas. Asimismo, ordenó a la Consejería de Sanidad que se realicen pruebas masivas de PCR a los migrantes que lleguen a las Islas después de los tres positivos.

Txema Santana, portavoz de CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado) en Canarias, declaró que entiende que Delegación se encuentra saturada en la búsqueda de alojamiento para los migrantes que llegan a través de la vía del Atlántico, pero que el Estado debe intervenir para solventar la problemática. "Nosotros nos preguntamos cuál es el límite de una acogida digna, cual es el plan a medio plazo de Canarias, si es ampliar plazas o si es trasladar personas a otros comunidades", apuntó Santana. "El gobierno está demostrando que el sistema de acogida en Canarias está aparentemente agotado. Estamos abocado a un manera u otra a que haya desplazamiento dentro del sistema estatal", apostilló.