Uno de los 86 migrantes que el pasado martes arribaron a las costas de Gran Canaria ha dado positivo por coronavirus, según confirmó ayer la Delegación del Gobierno. Esta persona ha sido aislada del resto del grupo que llegó en dos cayucos y que está pasando las primeras horas en la Isla recluido en una nave del Puerto de La Luz. Otro ciudadano extranjero, que llegó ese mismo día a Fuerteventura en una patera, ha sido separado ante las sospechas de que sea portador de la Covid-19, aunque, indicaron las mismas fuentes, aún no está confirmado que sea positivo.

La consejería de Sanidad está realizando test masivos a los extranjeros que entran a las Islas por la vía marítima irregular desde la costa africana y que están obligados a pasar una cuarentena de 14 días -al igual que turistas y ciudadanos españoles que regresen del exterior- después de la orden dada el pasado 15 de mayo por el Ministerio de Sanidad. Desde entonces, al menos cuatro migrantes han dado positivo -tres varones adultos y un menor de edad-, que han sido disgregados del resto de ocupantes de las cuatro embarcaciones en las que alcanzaron el Archipiélago.

Parte de estas personas de origen subsahariano pasa el confinamiento obligatorio en centros cedidos por ayuntamientos y cabildos, mientras que los últimos 141 que fueron rescatados el pasado martes -86 a Gran Canaria y 55 a Fuerteventura- han sido derivados a una nave industrial del Puerto de La Luz y al terrero de lucha de Tetir (Puerto del Rosario). En ambos casos, su aislamiento en estas dependencias es temporal, según indicaron otras fuentes consultadas. En el caso de aquellos que se encuentran en la capital grancanaria, Delegación del Gobierno trabaja para que, después de que pasen las 72 horas que pueden estar retenidas por la Policía Nacional, se les realoje en un albergue para que continúen allí con la cuarentena.

Y es que tanto la instalación industrial como la deportiva no están acondicionadas para acoger a decenas de personas durante 14 días. Otras fuentes consultadas apuntaron que en el edificio del puerto de La Luz se han instalado baños químicos que no satisfacen las necesidades de los ciudadanos, mientras que en el campo de lucha majorero sólo hay un servicio para 41 varones.

El portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP), José Luis Guedes, apoyó la decisión de la Delegación del Gobierno de evitar trasladarlos en primera instancia a los calabozos policiales, adonde eran llevados hasta el pasado martes nada más ser rescatados para proceder a su afiliación. Sin embargo, Guedes solicitó, al igual que han hecho diferentes oenegés, que no se utilice la nave del Puerto como vía intermedia en su traslado hasta una residencia final puesto que, de esta forma, se pone en riesgo a un mayor número de personas. "Están pasando por muchas manos", apuntó Guedes, quien puntualizó que el cuerpo está preparado para acudir a un albergue a realizar el trabajo que antes hacían en dependencias policiales.

Guedes solicitó a Delegación, como ya hicieran otras oenegés, que tenga casas habilitadas para que los migrantes que lleguen a la Isla sean trasladados directamente desde el muelle. La falta de previsión y de un protocolo claro provocó que Cruz Roja decidiera dejar de prestar asistencia en los centros adonde sean trasladados a los migrantes a partir de ahora. Uno de los motivos es que debido a la carencia de espacios libres decenas de extranjeros han tenido que pasar hasta 15 horas tirados en el muelle de Arguineguín a la espera de una solución.

El representante sindical apostilló que también se están realizando pruebas de coronavirus a los agentes que están en contacto con los migrantes y que, hasta ahora, todos ellos han dado negativo. Otra fuente policial quiso reconocer el mérito de los agente que asisten en primera instancia a los extranjeros con trajes especiales para evitar una propagación del virus.