La Policía se ha retirado del almacén del puerto de Las Palmas de Gran Canaria en el que han pasado las últimas 72 horas la mayor parte de los 87 inmigrantes llegados a la isla en dos pateras el pasado martes, al considerar cumplido el plazo máximo que estipula la ley.

La combinación de la continua llegada de pateras, con el cierre del espacio aéreo (que impide tanto las devoluciones como los traslados a la península) y con las recientes normas de cuarentena para todo el que llegue del extranjero ha puesto al límite la capacidad de acogida en islas como Gran Canaria, lo que ha provocado que, en algunos casos, los inmigrantes esperaran durante más de diez horas en el puerto de desembarco a que se les asignara un recurso.

A las ocupantes de las dos últimas pateras se les alojó en una nave portuaria, custodiados por la Policía. Pero conforme se cumplía el plazo máximo de retención, 72 horas, sin que se asignara un lugar donde pudieran seguir la cuarentena de 14 días, este cuerpo ha decidido que ahí había terminado su función.

En un escrito al que ha tenido acceso Efe, el jefe superior de Policía, José María Moreno, ha comunicado esta tarde al delegado del Gobierno, Anselmo Pestana, que procedía a retirar a sus agentes de ese almacén, dejando como única precaución un coche patrulla "a fin de evitar cualquier altercado".

"Lo que se participa a los efectos de que se preste la asistencia social, de acogida y sanitaria que, por parte de esa Delegación del Gobierno, se estime pertinente", ha expuesto.

Fuentes de la Delegación del Gobierno han precisado a Efe que, en estos momentos, con la Policía retirándose, se está haciendo cargo de ese grupo de inmigrantes la Cruz Roja de Canarias.