Juani García, de 59 años, vecino de Valleseco que vivía solo, falleció en la madrugada de ayer en el barrio de Monagas, muy cerca de El Zumacal, atrapado entre los escombros tras un incendio y una explosión que dejaron totalmente arrasada su pequeña vivienda.

Los vecinos colindantes de Juani García intentaron rescatarlo en los primeros momentos, aunque no pudieron hacer nada por el hombre. García trabajaba en el ayuntamiento a través de un plan de empleo temporal. Los vecinos, una pareja con su niña pequeña de unos ocho años y que vivían en una casa de dos alturas anexa al antiguo inmueble calcinado, iban a ser realojados de forma temporal por la Administración local. La familia espera que se garantice de nuevo su vuelta a su casa con las máximas garantías de seguridad, al desplomarse parte de la estructura en una de sus habitaciones.

El suceso ocurrió poco después de las cuatro y media de la madrugada. De momento, se desconoce si fue primero el incendio, o bien la explosión del gas de alguna bombona, la que desencadenó la tragedia, y el posterior desplome de la estructura. Será la Policía Judicial de la Guardia Civil la que arrojará luz.

La deflagración despertó de inmediato a los vecinos, que alertaron a los servicios de emergencia, al mismo tiempo que intentaron, en un primer momento prestarle auxilio echando agua y tierra para sofocar sin medios y de forma artesanal el fuego, ya que en esos instantes todavía se escuchaba su voz pidiendo ayuda.

El propietario de esta pequeña casa de unos 40 metros cuadrados, que algunos estiman casi centenaria, había quedado atrapado debajo de la estructura desplomada, por lo que no se pudo hacer nada por él.

El alcalde de Valleseco, Dámaso Arencibia, reconoce que cuando llegó al lugar poco después del incidente se encontró una imagen desoladora, dada la fuerza de la explosión.

El inmueble situado en una loma linda con paredes medianeras antiguas con otra vivienda de dos plantas, que están a distinto nivel. La de arriba estaba desocupada. Pero, en la baja, situada en un escalón inferior de la loma, se encontraba durmiendo un matrimonio con su hija. Y, a pesar de la fuerza de la explosión y del posterior derrumbe del techo de madera sobre una de sus habitaciones, salieron sin daños, aunque con el susto en el cuerpo, ya que podría haber supuesto una tragedia mayor.

Los bomberos del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria del puesto de Arucas tuvieron que desplegar varios cientos de metros para poder llegar el agua al lugar, intentando durante horas sofocar las llamas, mitigar el intenso humo y luego refrescar la zona. Incluso se vieron reforzados con compañeros de Arinaga, ya que también había que retirar escombros para dar con el cuerpo, además el traslado de su material hasta el lugar, ya que los camiones no podía situarse junto al incendio. Además, se registraron pequeñas explosiones, debido al material que se encontraba acumulado en el lugar.

Pero nada pudieron hacer por salvarle la vida. Y aunque se sabía la zona en la que estaba por los gritos escuchados por los vecinos, durante horas fue imposible llegar a localizar el cadáver de Juani García. El levantamiento del cuerpo por la autoridad judicial no sería posible hasta las 14.30 horas.

El Ayuntamiento de Valleseco ofreció ayer el realojo a la pareja y a la niña afectada de forma colateral por el siniestro, hasta garantizar la seguridad del inmueble y que puedan volver a su casa.

En principio se baraja que el incendio colapsó la estructura y ocasionó los incendios, aunque tampoco se descarta que se hubiera producido primero la explosión.

El fallecido es un hombre soltero residente en Valleseco de toda la vida. Juani García, de 59 años, hombre discreto e introvertido, era muy conocido en el pueblo debido a sus raíces familiares en el municipio. En estos momentos tenía un contrato temporal del Ayuntamiento dentro de un plan de empleo municipal. Un trabajo que solía repetir de forma periódica. En el barrio de Monagas se personó junto a los bomberos la Policía Local y Protección Civil de Valleseco, personal del Servicio de Urgencias Canario y un médico del centro de salud, y la Guardia Civil, que se hizo cargo de las diligencias.