Los familiares de Yencer de los Santos, el joven de origen dominicano que ayer falleció ahogado en las aguas de la playa de San Lorenzo, en Asturias, y cuyo cadáver fue hallado pasada la medianoche, describieron ayer al chico como "una persona muy prudente". De los Santos, de 19 años de edad, era además un joven deportista y trabajador, explicaron.

El chico practicó deporte durante varios años. Por ejemplo, en el Club Deportivo Los Arcos de Oviedo, ciudad donde vive. Allí se formó en categorías inferiores, pasando por el cadete, para acabar formando parte de la plantilla del juvenil A del club, un histórico del fútbol asturiano desaparecido hace un año. Antes de jugar en "La Pixarra", donde "Los Arcos" disputaba sus encuentros, De los Santos jugó en La Corredoria, con lo que es un joven conocido en el fútbol base de la capital. De hecho, ayer mismo un excompañero de equipo remarcaba que "era muy buen chaval", además de portentoso en el aspecto físico. "Era un bicharraco físicamente", explicita este excompañero de De los Santos, que precisamente por esto añade que "es muy raro que se lo tragara el mar".

El deporte era una parte importante de su vida, pero también el trabajo. De los Santos se había desempeñado como camarero en varios locales de la región, aunque actualmente se encontraba en paro, según explicaron ayer sus familiares. Estudió en el colegio La Milagrosa, del que luego pasó al instituto Alfonso II, en la capital.

Conocida en El Berrón

Su novia, S. D., a quien se tiró a salvar y que salió sana y salva del suceso, es una joven de ascendencia ucraniana y que actualmente reside en El Berrón. Es conocida en la localidad sierense, donde es habitual verla acompañada de un grupo numeroso de jóvenes de su edad.

La chica se mostró ayer rota por el dolor, llorando desconsolada en varios momentos de la tarde, en la que siempre estuvo arropada por los familiares de De los Santos, así como por especialistas médicos y psicológicos que también tuvieron que atender a los familiares más cercanos del joven desaparecido, que incluso llegaron a desvanecerse.