La Guardia Civil, con la colaboración de la Policía Local de Santa Lucía, detuvo durante la madrugada de ayer a dos jóvenes, uno de 26 años y otro de 28, por presuntamente acosar a un conductor al perseguirlo con otro vehículo y colisionar contra él sin motivo aparente, y después huir de los agentes que finalmente lograron arrestarlo cuando trataba de entrar en su domicilio. El conductor cuadruplicó la tasa de alcoholemia.

Los hechos ocurrieron sobre las tres de la madrugada cuando la víctima acudió a las dependencias del Instituto Armado en Santa Lucía para denunciar que un Peugeot 206 negro le había estado persiguiendo durante varias calles del sureste de Gran Canaria y que en un momento colisionó con la parte trasera de su turismo. El denunciante aseguró que cuando se bajó de su coche para recriminarle la acción, los dos ocupantes del otro automóvil comenzaron a amenazarle y a golpear con los puños el suyo, indicaron las fuentes consultadas.

Esta persona aseguró que los dos jóvenes se encontraban aparcados en las inmediaciones de las dependencias policiales. Estos, al ser descubiertos, encendieron las luces y abandonaron la zona. Los agentes le hicieron indicaciones para que se detuvieran. En cambio, hicieron caso omiso e incluso un guardia civil tuvo que apartarse para evitar ser atropellado.

Entonces realizaron un seguimiento y comprobaron que el conductor del Peugeot 206 circulaba de forma temeraria, sin respetar los stop en dirección a Balos hasta que llegó a un descampado de tierra, donde levantó una polvareda para conseguir escapar.

No lograron su propósito y en la calle Segovia se introdujo en el garaje de un dúplex donde reside. Allí los agentes consiguieron detenerlos no sin antes presentar estos una fuerte resistencia, empujando a los funcionarios estatales, como precisaron las mismas fuentes. Al mismo tiempo, solicitaron el apoyo de la Policía Local.

Al comprobar que el conductor presentaba un evidente estado de embriaguez, la Guardia Civil decidió realizarle una prueba de alcoholemia que arrojó como resultado 0,89 miligramos por litro en aire espirado, una cifra que supone casi cuatro veces más de los 0,25 permitidos. Por ello fueron detenidos como presuntos delitos de conducción temeraria, contra la seguridad vial y desobediencia grave .