Hace unos días nos sorprendió la triste noticia de la muerte de un gran amigo pero sobre todo del hombre que con gran entusiasmo durante muchos años se afanó en recuperar todo el gran patrimonio que cobijaba la conocida como Habana Vieja, labor y trabajo que propicio el aliento que recibió de muchos paises. Trabajo en la recuperación de museos, plazas, parques, antiguas edificaciones en ruinas que devolvió a la habitabilidad para la población residente y recientemente del Capitolio Nacional, la Avenida del Puerto y el llamado Barrio Chino. Fue ftan importante su trabajo que la cooperación internacional financió algunas de estas obras entre las que destaca al convento de San Francisco de Asis y la creación de la escuela-taller de restauradores de La Habana .

Para nosotros fue, efectivamente el desaparecido Historiador de La Habana fue un entrañable y servicial amigo cuya amistad nació allá a finales de los noventa con ocasión de nuestra segunda visita a Cuba para bucear en aquellos archivos habaneros y reunir noticias y documentos para la que era entonces --luego realidad-- pretendida aproximación biográfica de nuestro ilustre paisano guiense el canónigo Pedro José Gordillo y Ramos.

La tarea investigadora no fue fácil porque estábamos en un mundo físico desconocido pero el entusiasmo del cronista por hacer realidad su viejo proyecto dio sus frutos. Es cierto que en los primeros momentos se nos presentó el difícil deseo de reunir fotocopiada toda la documentación que se encontrara, pues el cobro de cada una de ellas ascendía entonces a un dólar, cuestión imposible de soportar. Fue entonces cuando acudimos -- a pesar de ser un personaje harto conocido incluso a nivel internacional-- al para nosotros desconocido Historiador de la Habana Eusebio Leal que desde el primer momento nos alentó para no desfallecer en el intento. Fue tal su inicial colaboración que desde aquel momento pudimos reunir, sin coste alguno, valiosos testimonios de la vida del canónigo desde su llegada a tierras cubanas hasta su muerte, no solo en el Archivo Nacional sino en los del Arzobispado, Catedral y la Sociedad Económica de La Habana. Fruto de su servicial ayuda pudimos reunir casi toda documentación que sobre Gordillo se encuentra en los archivos habaneros. Así se iniciaría una larga y entrañable amistad que perduró hasta poco tiempo antes de su fallecimiento, pues recíprocamente manteníamos contacto epistolar, telefónico y por correo electrónico solicitándonos alguna información o noticia de interés para ambos. De tal manera que a partir del año 2002 y con los frecuentes viajes de un amigo, Antonio Moreno, le enviábamos paquetes de gofio para su anciana madre Silvia, que según confesó el historiador desde hacía mucho tiempo lo había probado y gozaba de su alimento.

Consecuencia de la reciproca amistad Eusebio Leal se ofreció para escribir el año 2000 el prólogo del libro, editado por el Cabildo de Gran Canaria, "Canónigo Gordillo, un genio de la discordia", que recoge, principalmente, los largos años de estadía del cura guiense en aquellas tierras como canónigo de su catedral, cuestión que le propició muchos enfrentamientos con su Cabildo Catedral y con el propio prelado por su fuerte carácter que le valió el calificativo del obispo Espada como "un genio de la discordia" cuando escribió a Fernando VII para que lo trasladara a otra de las republicas americanas. Leal nos solicitó en 2004 el lugar localizado en el que había estado la casa donde falleció Gordillo para colocar una placa-recuerdo, a la que se unió otra que el Ayuntamiento de Guía puso en 2005 a través de su entonces concejal de Cultura Erasmo Quintana, en tiempos de la alcaldía de Fernando Bañolas, En realidad solo quedaba el solar de la demolida vieja vivienda en la calle Empedrado, frente mismo a la famosa Bodeguita de Enmedio, bien cerca de la catedral. Fruto de esta visita el historiador habanero propuso la formalización de un hermanamiento de las dos corporaciones municipales, cuestión que con el paso del tiempo se fue desvaneciendo hasta el olvido. Recordemos que hará unos diez o doce años Eusebio Leal estuvo en Gran Canaria para impartir una conferencia en Arucas.

Recién conocido el fallecimiento del que fuera un entrañable y servicial amigo, gozamos de la conservación y lectura de su correspondencia, conservada en una de las casi cien carpetas-archivadoras del que fuera nuestro fondo documental, ahora ya en depósito de la Casa de la Cultura de Guía.

Pedro González-Sosa cronista oficial de santa maría de guía