El complejo industrial de Repsol en la localidad castellanomanchega Puertollano (Ciudad Real) sufrió ayer un incendio en dos tanques de almacenaje de combustible que generó una gran columna de humo. A pesar de lo aparatoso de las llamas, los equipos de extinción lograron sofocarlas sin que se hayan producido daños personales.

El fuego, que se inició las 8.51 horas (hora canaria), comenzó después de que un rayo procedente de la fuerte tormenta que en esos momentos caía sobre la localidad alcanzara uno de los depósitos de gasoil del complejo petroquímico, lo que produjo una explosión y su posterior incendio. La columna de humo que se generó se podía divisar desde la capital de la provincia, ubicada a más de 30 kilómetros de distancia.

Repsol, que ha abierto una investigación para determinar las causas del siniestro, indicó que los planes de emergencia se activaron en cuanto se tuvo noticia del accidente y funcionaron correctamente, y dio por extinguido el incendio hacia las 17.33 horas.

El siniestro generó inquietud y alarma en Puertollano, una localidad que ya vivió una tragedia en otro accidente que se produjo en la planta de Repsol el 14 de agosto de 2003, cuando hubo una explosión en la Unidad 100 del complejo petroquímico que ocasionó la muerte de nueve trabajadores y causó heridas a otros veintidós. El posterior incendio que se ocasionó tras la explosión afectó a media docena de tanques que contenían más de 8.600 metros cúbicos de gasolinas refinadas, lo que supuso un gran riesgo para la ciudad. En 2012, otra explosión dejó 12 heridos en el complejo industrial.

En esta ocasión, un cambio en la dirección del viento hizo temer que el humo del incendio llegara a Puertollano y a Argamasilla de Calatrava, por lo que el servicio de emergencias 112 recomendó a todos los vecinos cerrar las ventanas y a quienes tuvieran problemas respiratorios, que permanecieran en sus casas. Sin embargo, el Gobierno de Castilla-La Mancha aseguró por la tarde que la calidad del aire de Puertollano (Ciudad Real) se había mantenido dentro de los parámetros fijados por la normativa durante el tiempo que el incendio se mantuvo activo.