Una treintena de trabajadores de PSA han resultado heridos después de que un autobús volcara la noche de este martes tras atropellar a un caballo en la PO-552 a la altura de Mougás, en el municipio de Oia. El autocar de la empresa ATSA estaba prestando un servicio discrecional para PSA-Vigo y llevaba a 22 trabajadores de la factoría vecinos del Baixo Miño.

El vuelco del autobús que trasladaba a 35 trabajadores de la empresa PSA-Citroën a casa tras su jornada laboral acabó con varios de ellos heridos. El accidente tuvo lugar en torno a las once de la noche de ayer en el kilómetro 26 de la carretera PO-552, la que une Vigo con A Guarda por la costa, concretamente en la parroquia de Mougás, en el municipio de Oia.

El autocar procedente de la factoría viguesa circulaba en dirección a la villa de A Guarda para devolver a sus domicilios a los operarios del turno de tarde. El siniestro se producía, según los datos aportados por la Guardia Civil de Tráfico, al invadir un caballo la calzada. Al parecer, el animal se había escapado de la finca donde su dueño lo tenía atado y acabó circulando por el vial. El conductor no tuvo tiempo a esquivarlo y lo atropelló. Tras el fuerte impacto, el vehículo acabó tumbado sobre su costado izquierdo y el animal muerto a unos metros.

Enseguida se desplegó un amplio dispositivo de emergencia para atender a los heridos. Al lugar acudieron patrullas de la Guardia Civil de Tráfico, bomberos de los Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) de Baixo Miño, con sede en A Guarda, así como varias ambulancias procedentes desde distintos puntos para los traslados de los afectados. La mayoría de los pasajeros pudieron salir por su propio pie del habitáculo sin que los efectivos tuviesen que sacar los equipos de excarcelación.

Aunque ninguno de los heridos presentaba inicialmente síntomas graves tras el impacto, los sanitarios los clasificaron en función de los golpes o heridas que requerían una atención más rápida enviarlos al hospital. Una docena de ellos fueron trasladados a distintos centros médicos de Vigo antes de la medianoche. Al cierre de esta edición, otros tantos seguían recibiendo atención en el lugar pendientes de evaluación para determinar su pronóstico.

La alcaldesa de Oia, Cristina Correa, se trasladó al lugar para interesarse por los heridos y poner a disposición del operativo los medios municipales en caso de que fuera necesario.

El tráfico tuvo que ser desviado por la carretera vieja del Aguncheiro mientras duraron los trabajos de atención a las víctimas, pendientes de poder retirar el vehículo y dejar limpia la vía.