Al menos cincuenta personas fallecieron y más de 160 resultaron heridas en el seísmo de 5,7 grados y su serie de réplicas que sacudieron ayer las provincias de Yunnan y Guizhou, en el suroeste de China, y que obligaron a evacuar al menos a 100.000 personas y hace temer que aumente el número de víctimas.

A medida que progresan las tareas de rescate y los equipos de salvamento llegan a zonas más remotas aumenta el número de fallecidos en el desastre. Según indicó el Ayuntamiento de la ciudad de Zhaotong, en Yunnan, en las cercanías del epicentro del seísmo, el desastre natural afectó a 24 localidades en la zona.

Se trata de un área con una densidad de población relativamente alta, lo que contribuyó a aumentar el número de víctimas.

Según el Ayuntamiento de Zhaotong, la mayoría de fallecidos, un total de 49, se produjo en la localidad de Yiliang, cerca de Luozehe, donde se detectó el epicentro del terremoto. Otra persona falleció en Zhaotong.