La Audiencia provincial de Burgos ha condenado a 18 años de cárcel a una mujer de 38 años, R. R. G. H., a la que el jurado popular considero culpable de asesinar a su marido de 61 años, J. M. M. C., con el que no convivía de forma habitual, aunque no estaba legalmente separada, para cobrar su herencia.

La sentencia recoge las tesis y la petición de pena realizada por el Ministerio Fiscal tras escuchar el veredicto del jurado. La Fiscalía había calificado los hechos de asesinato con alevosía.

La muerte del hombre, cuyo cadáver se encontró en Miranda de Ebro (Burgos) el 10 de mayo de este año, se atribuyó en principio a causas naturales, aunque las conclusiones del examen forense hicieron abrir una investigación por la que el 11 de junio se determinó que el hombre había sido asesinado por su mujer, posiblemente con la ayuda de otras u otras personas que no han podido ser detenidas.

La sentencia de la Audiencia Provincial de Burgos, toma el fallo del Tribunal del Jurado y considera probado que la mujer, que vivía en Burgos de forma habitual, aunque era de origen venezolano, se desplazó a Miranda de Ebro, donde residía el marido, con el que se veía ocasionalmente.

Durante varias horas, ambos estuvieron consumiendo alcohol en varios establecimientos de la localidad. Después, cuando el hombre estaba ebrio, según las conclusiones del examen forense que se dieron a conocer a los miembros del jurado, los dos acabaron en el domicilio de él.

Según asegura la sentencia, el hombre, cuyo cadáver apareció cubierto con una sábana y vestido solo con una camiseta, fue estrangulado por la acusada, con o sin ayuda de alguna persona más. Extremo que no se ha podido probar en la vista oral.

Días después del fallecimiento del que hasta entonces había sido su marido pese a vivir en casas distintas, la mujer intentó pedir una pensión de viudedad e inició los trámites para solicitar la herencia de J. M. M. C., valorada en total en algo más de 300.000 euros, algo que en seguida levantó las sospechas de los investigadores.

Por otro lado, un jurado popular declaró ayer culpable del asesinato de Laura Alonso, una joven de 19 años que apareció muerta en agosto de 2009 en el municipio oren sano de Toén, al acusado Javier Cruz. Él, que fue acusado por algunos testigos en el juicio de maltratar a la joven, declaró ante el tribunal que "no tenía intención de matarla", y que todo sucedió en medio "de una disputa". El jurado descartó además, por mayoría, la solicitud de revisión de la condena así como la petición de indulto.