El Gobierno checo constituyó ayer un gabinete de crisis para abordar la grave serie de intoxicaciones con alcohol metílico que ya se ha cobrado la vida de 12 personas. Mientras, el número de afectados por ingerir bebidas alcohólicas destiladas de manera ilegal y que contienen metanol continúa subiendo, y la cifra de fallecimientos ascendía ayer a 12, tres más que las registradas el martes. Más de 20 intoxicados están internados en diversos hospitales, algunos de ellos en estado crítico. Efe