Era una persona muy querida por todos en Arbejales. Él y su mujer, María Luisa, son muy buenos y queridos", aseguró un vecino que reside muy cerca del domicilio familiar de este matrimonio.

"Era afable y tranquilo; muy trabajador; no había horario para él; estaba muy identificado con la empresa; era muy respetado por todos; muy noble, se preocupaba mucho por participar y por ayudar a los demás", afirmaron varios amigos y compañeros de trabajo en relación a Roque Déniz Montesdeoca, de 53 años, que falleció la madrugada de ayer en el lugar donde había chocado contra la valla el coche en el que estaban su hijo y un amigo.

Déniz Montesdeoca comenzó a trabajar a los 14 años en Eidetesa, empresa en la que se formó profesionalmente, donde comenzó como ayudante hasta el cargo del jefe de compras que desempeñaba en la actualidad. El silencio y las muestras de dolor eran palpables en los rostros de las casi cien personas que trabajaban ayer en la fábrica, entre los que se encuentran sus cinco hermanos.

Muchos trabajadores y amigos, además de sus familiares, no perderán hoy la ocasión para darle su último adiós, ya que sus restos serán conducidos a las 16.30 horas desde el velatorio municipal hasta la iglesia del Sagrado Corazón de Arbejales, y después al cementerio de dicha población terorense.