Al turista finlandés Mika Tapio se le pasó el pasado jueves un ángel por delante. O varios. Puede agradecer a una pareja de agentes de la Unidad de Policía Turística de Las Palmas de Gran Canaria y a varios ciudadanos el que pueda contar a sus amigos de la ciudad de Turku sus agradables vacaciones en la capital y también el fuerte susto que se llevó.

Sobre las 13.30 horas del jueves, Mika Tapio, de 44 años y que disfruta de la ciudad junto a su mujer, Maria Katharina, en un apartamento de la calle Prudencio Morales, bajaba a dar un paseo por Las Canteras. Lo que se presuponía que iba a ser una agradable jornada casi se convierte en tragedia. Cuando ya se disponía a bajar los últimos escalones que dan al portal, una caída, debido a que sufre una enfermedad que afecta a su psicomotricidad, provocó la rotura del cristal de la puerta de entrada, que casi acaba con su vida.

Uno de los trozos le diseccionó una arteria del cuello, lo que provocó que de inmediato comenzara a perder una gran cantidad de sangre. "Vi el charco de sangre y fui corriendo", señala Pedro Ramos, un bañista, quien junto a Marcos Naranjo y Gregorio Valerón, ambos miembros de la unidad turística de la Policía Local, fueron los primeros en atender al afectado.

Numerosos curiosos se agolparon en el lugar, pero, indica Marcos Naranjo, "una de las actuaciones clave fue que una empleada de la peluquería que está al lado nos prestó varias toallas". Con las prendas lograron tapar la salida del líquido. "La ambulancia medicalizada vino rápido, y el médico nos dijo que gracias a que habíamos taponado la herida, porque si no probablemente hubiera fallecido", agrega Naranjo, quien también quiso hacer mención de la actuación de numerosos ciudadanos que ayudaron en las labores.

En la tarde de ayer, Mika volvía a disfrutar de una fría cerveza en una terraza de Las Canteras. Trabajadores de la zona se acercaban a preguntarle por su estado de salud y veían cómo, a pesar de la gravedad de la herida, ha conseguido sobrevivir para contarlo. Él se muestra agradecido con todo el mundo. "My best friends" (mis mejores amigos) le dice a la pareja de agentes mientras les abraza. Y es que les debe la vida.